Siemens abandonará el mercado ruso debido a la invasión en Ucrania, dijo el jueves, recibiendo un golpe de 600 millones de euros (630 millones de dólares) en su negocio durante el segundo trimestre, con más costos por venir.

El grupo industrial y tecnológico alemán se convirtió en la última multinacional en anunciar pérdidas vinculadas a su decisión de abandonar Rusia tras la invasión del 24 de febrero.

Varias empresas, desde las cerveceras Anheuser-Busch InBev y Carlsberg hasta el fabricante de ropa deportiva Adidas, el fabricante de automóviles Renault y varios bancos han estado calculando el costo de suspender operaciones o retirarse de Rusia.

El presidente ejecutivo de Siemens, Roland Busch, describió el conflicto como un “punto de inflexión en la historia”.

Nosotros, como empresa, hemos condenado clara y enérgicamente esta guerra. Todos estamos conmovidos por la guerra como seres humanos. Y las cifras financieras deben pasar a un segundo plano ante la tragedia. Sin embargo, como muchas otras empresas, estamos sintiendo el impacto en nuestro negocio,

dijo Busch a los periodistas.

Durante el segundo trimestre, Siemens incurrió en 600 millones de euros en deterioro y otros cargos registrados principalmente en su negocio de movilidad de fabricación de trenes luego de las sanciones a Rusia, confirmó la empresa.

Busch explicó que se esperaban más impactos, principalmente por cargos no monetarios relacionados con la liquidación de entidades legales, la revaluación de activos financieros y los costos de reestructuración.

“Desde la perspectiva actual, prevemos más riesgos potenciales para la utilidad neta en el rango de millones de tres dígitos bajo a medio, aunque no podemos definir un marco de tiempo exacto”, agregó.

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Acciones de Siemens cae tras anuncio

Las acciones de Siemens cayeron 5% en las primeras operaciones ya que la empresa no cumplió con las expectativas de los analistas sobre las ganancias del segundo trimestre.

La empresa de Múnich emplea a 3,000 personas en Rusia, donde ha estado activa durante 170 años. Primero fue a Rusia en 1851 para entregar dispositivos para la línea de telégrafo entre Moscú y San Petersburgo.

El país ahora aporta alrededor del 1% de los ingresos anuales de Siemens, y la mayor parte del negocio actual se relaciona con trabajos de mantenimiento y servicio en trenes de alta velocidad. Sus sitios en Moscú y San Petersburgo ahora se están reduciendo, precisó Busch.

Los costos pesaron sobre las ganancias del segundo trimestre de Siemens, con ingresos netos reducidos a la mitad a 1,210 millones de euros (1,270 millones de dólares), por debajo de las previsiones de los analistas de 1,730 millones.

Además, la compañía registró una ganancia industrial de 1,780 millones de euros, 13% menos que el año anterior y también por debajo de las previsiones.

Pero la demanda se mantuvo sólida, con pedidos 22% más altos en términos comparables e ingresos 7% más altos.

Como resultado, confirmó su perspectiva para todo el año, con un crecimiento de los ingresos comparables del 6% al 8% para todo el año, y se espera que la desaceleración en la movilidad sea compensada por un crecimiento más rápido en la automatización de fábricas y los edificios digitales.

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