La crisis climática y el monitoreo de las emisiones de carbono a nivel mundial han traído atención negativa a la industria del petróleo, que ve en el data intelligence la herramienta para eficientar sus procesos y volverse más sustentables.

La sustentabilidad tiene que ver con la salud de los activos. Cuando procesas hidrocarburos es importante minimizar pérdidas, pues hay procesos que se pueden mejorar desde el upstream hasta la refinación, dice Javier Barella, director regional de Negocios de la empresa OSIsoft.

“Cuando reduces pérdidas ayudas al medioambiente porque los hidrocarburos en estado crudo pueden crear un daño. Así se mejora la sustentabilidad en la parte operativa”, dice Barella.

Casi el 95% de las empresas top 60 de la industria utilizan data intelligence, de acuerdo con OSIsoft.

En México, el sector energético comenzó a recabar datos de inteligencia en la década de los 90, y el cambio más importante en tiempos recientes ha sido la mejora en las tecnologías utilizadas y la variedad de áreas en las que pueden ser aplicadas.

Mediante data intelligence, las empresas monitorean su producción y la salud de sus equipos críticos, lo que permite predecir errores y mantener una producción continua.

“El efecto de que el tiempo que los equipos estén parados sea el menor posible maximiza la producción y el tiempo de vida de los equipos, además de que es más eficiente energéticamente”.

El impacto a las mejoras productivas depende del tipo de instalación que se está analizando, pero Barella reveló que su compañía tiene casos documentados con mejoras por encima del 30%.

Estos avances resultan importantes si tomamos en cuenta que, de acuerdo con estudio del Instituto de Responsabilidad Climática, las 20 compañías petroleras más contaminantes del mundo son responsables del 20% del total de emisiones.

Este porcentaje incluye los efectos del uso de sus productos, pero el impacto de sus procesos de producción también es considerable.

El pasado lunes, Repsol se convirtió en la primer petrolera a nivel mundial en publicar metas cero emisiones, las cuales incluyen no sólo sus propias operaciones, sino los efectos de sus productos en la economía.

El proceso requerirá de mayor eficiencia y “la priorización de generar valor sobre volumen”, además de tecnologías de captura de carbón y la utilización de pulmones forestales para compensar las emisiones restantes.

Expertos internacionales han señalado que la presión social podría llevar a otras compañías a seguir los pasos de Repsol, por lo que la eficiencia operativa podría ser una de las áreas de mayor interés para el sector en años venideros.

“Nuestros clientes están bastante satisfechos con las mejoras que han conseguido, pero creen que todavía hay materia por mejorar. Hoy logras cierta eficiencia, pero el día de mañana la maquinaria se va deteriorando, entonces tiene que ser un proceso continuo”, explicó Barella.

La industria de las energías limpias y renovables también se ha beneficiado de la experiencia que el sector energético ha adquirido mediante el data intelligence, haciendo incluso mayor uso de esta que las energías tradicionales.

Actualmente, las compañías del sector ya utilizan este proceso para estudiar la disponibilidad energética del sol o el viento y compararlas contra la demanda a despachar en ciertas áreas.

El uso de estos datos, junto con una operación asistida por inteligencia artificial, ayudó a que Heliogen lograra generar 1,000 ºC de calor: un parámetro que hasta hace poco se creía imposible y que podría asistir en diversos procesos industriales.