La Comisión Reguladora de Energía (CRE) anunció este lunes que suspenderá los plazos y términos legales de los trámites que le competen como medida para prevenir la propagación del virus COVID-19.
Los privados del sector advierten que la medida no tiene sentido, dado que las labores del regulador son mayoritariamente digitales, y que la discrecionalidad de las nuevas reglas son una carta blanca para que el gobierno limite la entrada de jugadores privados a la industria.
“El documento es sumamente discrecional. Se están escudando en el tema de la pandemia porque no hay ninguna otra razón de fondo”, explicó Santiago Arroyo, abogado experto en el sector.
Dejan abiertas posibilidades en muchos sentidos: no van a dejar de trabajar, pero van a reducir la atención al público. La suspensión de plazos y términos afectan a los procedimientos administrativos que ya se llevan o se pueden llevar a futuro.
La suspensión tiene algunas providencias legales que permitirían a ciertos permisionarios impulsar los procedimientos que se encuentren atorados al interior de la Comisión. La primera de ellas es que la CRE está fundando su accionar en la situación de la pandemia en la Ciudad de México, a pesar de que los alcances de sus funciones son federales.
“De alguna manera se podría sustentar alguna clase de controversia ante un juzgado por una inactividad por parte de un permisionario o solicitante que está en otra entidad federativa. (El texto publicado en el Diario Oficial de la Federación) deja muchos huecos”, consideró el abogado.
El documento también refiere que “se instruye al Secretario Ejecutivo para que habilite días y horas hábiles que resulten necesarios durante el periodo referido”. Sin embargo, no distingue cuáles son los asuntos necesarios, por lo que cualquier permisionario podría discutir que su asunto tiene una urgencia que amerita ser atendida.
A diferencia de otras controversias recientes en el sector energético, la nueva disposición de la CRE afecta de manera distinta a cada uno de los permisionarios que tienen trámites pendientes al interior del regulador, por lo que en este caso no deberían solicitarse tantos amparos de forma inmediata, explicó Arroyo.
A la @CRE_Mexico ya le gustó.
Pudiendo mandar a descansar al ala “Joven” del Órgano de Gobierno…
Ya están como los animaniacs: “Les pagan sin trabajar”.
Esta gente haciendo de las suyas y la industria:
?? pic.twitter.com/PFtWr30pQl— Santiago Arroyo ⛽⚡ (@SarroyoSi) January 18, 2021
“No podemos generalizar. Hay abogados que ya hablan de amparos, pero hay que revisar los expedientes y proyectos particulares. A pesar de que haya proyectos en situación parecida, la utilidad de cada proyecto energético atiende a las necesidades de una región específica, y hay que analizar eso antes de saber si se podría demandar o no”, advirtió el abogado.
La decisión de la CRE es una muestra más de que la administración del Presidente López Obrador no está a gusto con la participación privada en el sector energético, incluso si esto pudiera costar la salida de inversión del país.
“Ellos están en contra de la “minoría rapaz”, y de la rentabilidad y utilidad. La administración tiene un discurso político en el tema energético que le genera votos, pero en el camino lo único que ha hecho es espantar a inversionistas que querían participar en México”, explicó Marcial Díaz, consultor del sector.
Díaz lamentó que existen inversionistas que ya tienen participación en México, limitando su capacidad de reacción a la difícil situación actual, y reduciendo la generación económica que podría ocurrir en el sector.
La CRE, al día de hoy ha otorgado 26,247 permisos. El paralizar su actividad pone en jaque el actuar de un sector dinámico que requiere de modificaciones a sus permisos y la solicitud de nuevos permisos para continuar con sus operaciones normales, explicó Díaz.
“Si tú como empresario compras un tanque para mover producto no lo puedes hacer porque no estás dado de alta en ese permiso, que es algo muy sencillo de actualizar. Por otro lado no suspendo los términos para tus obligaciones, y tú sí tienes que seguir reportando. El espíritu de la CRE es que todo se hace de forma digital, y no atiende a personas, sino a usuarios en un portal electrónico. ¿Por qué argumentar que el estado de la pandemia en la Ciudad de México puede limitar las actividades de 26,247 permisionarios en todo el país?”, lamentó Díaz.