El reporte que Petróleos Mexicanos entregó a la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) reveló un aumento de 2.4% en el costo de producción promedio por barril de crudo. En uno de los momentos más críticos para el sector, esta falta de eficiencia podría tener un impacto aún mayor en la empresa y colocarla en una posición más complicada que la de la competencia.
La pregunta de los costos de producción es complicada de responder porque en México no existe la transparencia que sí existe en otros mercados, explicó David Maravilla, lead analyst de Horizon Client Access.
“No está claro cuáles son los costos por pozo de Pemex, y de hecho es un número que las consultoras estiman porque la información no es pública”, señaló.
Esta falta de transparencia hace que sea complicado realizar un seguimiento de las consideraciones costo-beneficio que la empresa y el gobierno mexicano toman en cuenta al momento de decidir la estrategia nacional o el aumento de las metas de volumen de producción.
Según la forma 20-F que la empresa mexicana presentó ante la SEC, el costo promedio por barril pasó de 13.73 dólares por barril en 2018 a 14.06 dólares por barril en 2019. Este aumento es aún más grave si se toma en cuenta que el precio promedio de venta por barril de crudo pasó de 66.13 dólares a 57.13, una disminución de casi 14%.
El reporte sorprende más a analistas. Por ejemplo, uno de los campos, Akal, cuyo costo habría bajado más de 50% al pasar de 38.94 dólares a 17.27. “Tampoco es que Akal tenga una gran producción, pero llama la atención que haya bajado sus costos, y no sabemos cómo lo hicieron”, destacó Rosanety Barrios, analista energética.
Barrios consideró también que los números de Pemex son optimistas y calculó que el costo por barril es más cercano a los 18 dólares que a la cifra reportada en la forma. Sin embargo, la analista explicó que la compañía debe tener una justificación para los números que entregó, pues mentirle a la SEC podría tener consecuencias graves.
Los analistas habían advertido que las metas de producción de Pemex, y sobre todo la estrategia de incorporar campos maduros como “prioritarios”, podría tener un impacto negativo en los costos promedio. Sin embargo, Maravilla advirtió que la incorporación de estos ha sido tan lenta que su impacto podría no haberse reflejado en este reporte.
“La incorporación va muy retrasada. De hecho, los reportes de CNH mencionan un avance mínimo, menor al 5%, porque ha habido problemas de naturaleza burocrática y no es sencillo avanzar con la implementación de los planes de perforación”, señaló el experto.
Maravilla tampoco se aventuró a asegurar que los campos prioritarios tendrán un impacto en los costos promedio de 2020 o 2021; consideró que Pemex podría no llegar a desarrollarlos, debido a las dificultades a las que se enfrentó el año pasado y a las condiciones de mercado actuales.
Barrios señaló también que los datos contenidos en la 20-F deben analizarse junto con lo ocurrido el trimestre pasado, dado el impacto que este tuvo.