La pandemia cambió no solo la forma en la que las personas consumen, sino también cómo interactúan con los aparatos o dispositivos electrónicos, principalmente en los meses en los que en México hubo un llamado más urgente a permanecer en casa.

Pasar más tiempo conectados a internet, a la televisión y a la radio, así como a las redes sociales y las plataformas de streaming favoreció el crecimiento de los servicios de telecomunicaciones.

El confinamiento impulsó al negocio de TV de paga, a la par de otros necesarios en la adaptación para mantener el ritmo de las actividades laborales y académicas, como la educación y el trabajo remoto.

Un análisis de The Competitive Intelligence Unit (CIU) del segundo trimestre del año considera que es previsible que los hogares fortalezcan su capacidad de conectividad ante la crisis, dado que el tráfico empresarial y escolar se trasladó al hogar. 

El confinamiento, la educación en línea y el trabajo a distancia impulsan la conectividad en el hogar, y se espera que la resiliencia mostrada durante el segundo trimestre impulse las ventas de los próximos trimestres del año

La creciente preferencia y demanda por la contratación de servicios empaquetados, especialmente a partir de la implementación del teletrabajo y la teleducación, continúa impulsando la dinámica de ingresos de los operadores cableros y atenúa la caída registrada por los segmentos fijo y móvil.

Los ingresos del segmento de TV de paga crecieron 25.6 puntos porcentuales más que la actividad económica nacional durante el segundo trimestre.

Además, a pesar de mostrar una desaceleración durante el segundo trimestre, el segmento fue el único en mostrar crecimiento anual durante el trimestre.

Por esa razón, The CIU calcula prevé que durante 2020 persista el efecto contra cíclico, dada la importancia del internet y la TV en el confinamiento tanto para el entretenimiento como para la productividad.

Para la consultora, la economía mexicana no enfrenta una, sino dos crisis: la primera, inducida por la política económica del gobierno actual que provocó ya efectos recesivos desde 2019; y, la  segunda, es aquella provocada por la pandemia que causó una parálisis social y productiva.

El único segmento que registró un avance positivo, aunque moderado, fue el de la TV de paga y servicios convergentes con un total de 27,725 millones de pesos, una cifra equivalente a un crecimiento anual de 6.7% y una contribución de 24.9% del agregado sectorial.