Para que México alcance un escenario de conectividad de servicios móviles en su versión más avanzada tendría que invertir alrededor de 5,340 millones de dólares anuales durante los próximos 7 años, según cálculos de Telecom Advisory Services.
El estudio “El valor de la transformación digital a través de la expansión móvil en América Latina” propone un concepto bajo el que los servicios móviles ofrecen, sin límites geográficos, velocidades simétricas mucho más rápidas y con una latencia mínima.
El análisis, a cargo de Raúl Katz y Sebastián M. Cabello, plantea 4 escenarios para Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Perú que establecen las acciones de despliegue en cada país y el impacto económico que supondrán estas acciones.
Estos posibles escenarios tienen distintas implicaciones para cada país, lo que se refleja en los montos de inversión calculados al considerar las condiciones específicas de cada uno.
Sin embargo, el común denominador es la necesidad de sitios y radiobases que se van a necesitar no solo en México, sino en el resto de los países de la región, que de acuerdo con Sebastián Cabello, en 10 años tendrán que ser al menos el triple de las que hay ahora.
En ese sentido, comentó que en 2025 se necesitará infraestructura para conectar el Top 5 de ciudades, mientras que en 2030 tendrá que estar cubiero el Top 15 de las principales ciudades de cada uno de estos países.
Actualmente en México, Telesites es quien tiene el mayor número de torres de telecomunicaciones, y así se distribuye el mercado:
Para Cabello, el reto es lograr en la próxima década tener como mínimo tres veces la cantidad de antenas que hay actualmente, para lo que en su opinión, el primer paso es cambiar el paradigma de despliegue de infraestructura.
La denominación de servicios móviles expansivos se da porque en varios países aún será tardado el despligue de 5G, aunque hay que seguir invirtiendo en infraestructura móvil y en las evoluciones de las redes 4G que hay, que también conecta servicios de última generación.
Los escenarios
El primer escenario es el urbano-suburbano, en el cual el despliegue es realizado en todas las áreas correspondientes a centros metropolitanos de primer y segundo nivel.
Esta estrategia es similar a la mayor parte de los planes de despliegue de 5G por parte de operadores en economías avanzadas, donde la velocidad uniforme a ser ofrecida es de 50 megabits por segundo (Mbps) simétricos.
El segundo escenario es el Nacional I, que contempla el despliegue nacional con 50 Mbps en territorios urbano/suburbano y que se extiende a áreas rurales, aunque la velocidad de servicio disminuye a 2 Mbps.
El tercer escenario es el Nacional II contempla un servicio de 50Mbps simétrico en
áreas urbanas y suburbanas y 10 Mbps en áreas rurales.
En tanto, el último escenario es el Nacional III que, en este caso, el servicio provisto en el escenario urbano-suburbano es extendido al resto del territorio nacional, con una velocidad uniforme de 50 Mbps.
Para Sebastián Cabello, cada escenario requiere una inversión más grande, por lo que cada escenario tiene un impacto más grande en el PIB más grande, lo que se refleja con la inversión que se requiere y cómo impacta en la cadena de valor en cada país.
Desafíos de México
Los derechos de vía, el alto costo del espectro y la falta de un plan digital son los principales desafíos para México, pues es necesario el despliegue de infraestructura para no quedar sujeto a la voluntad local, lo que dificultará el desarrollo nacional, dijo Cabello.
Para el también director asociado para América Latina de Policy Impact Partners, es preocupante en México que el pago del espectro siga en manos de Hacienda dado que fija cánones muy ambiciosos que van en contra de la tendencia actual.
Es mejor que el dinero se gaste en obligaciones, que se licite el espectro con obligaciones que pagando derechos de espectro, porque el dinero al fin y al cabo es todo uno
dijo el analista experto en telecomunicaciones en entrevista con EL CEO.
Plan digital, urgente
El analista sugirió que para que México tenga un plan digital efectivo se debe empoderar a algún actor sólido para que dé fortaleza a otras dependencias en los que deben hacer pues, de lo contrario, sería un despliegue desordenado y centralizado.
Y eso tiene varias desventajas, en principio, muchas asimetrías y desigualdades
Todo ello a fin de que las ciudades más ricas, es decir, las que tienen más dinero, implementen IoT, cámaras con video-vigilancia e inteligencia artificial y autos conectados.
Por ello, en su opinión, lo ideal es tener un plan coordinado en el que no se malgaste el dinero del Estado, pues si cada entidad hace su propia iniciativa y es una iniciativa superpuesta, entonces habrá esfuerzos superpuestos.
En conclusión, aunque todos los países son distintos, para Cabello los temas esenciales a abordar son tocar espectro, infraestructura y mecanismos de financiamiento.
Esto, puesto que va a ser necesario ‘apretar mucho’ en estructuración financiera, lo que es nuevo y por ello hay que brindar confianza digital, así como aplicar acciones en ciberseguridad y contar con un plan de desarrollo digital integrado.