La pandemia del COVID-19 ha resultado ser un peligro mortal para las grandes compañías aéreas, pero no para las empresas de jets privados, que no se dan abasto ante el alza en la demanda.
Mientras las aerolíneas solicitan la ayuda de los gobiernos para aminorar el impacto económico del coronavirus, el sector dedicado a la rica minoría privilegiada del planeta está más activo que nunca.
La compañía estadounidense Paramount Business Jets ha registrado un aumento en la solicitudes de sus servicios, dijo Richard Zaher, presidente ejecutivo de la compañía.
“Los pedidos de información aumentaron 400%” y las reservas alrededor del 25% desde que comenzó la crisis del nuevo coronavirus, indicó Zaher.
“Nuestros clientes habituales siguen recurriendo a nuestros servicios. Sin embargo registramos una afluencia de nuevos clientes, de los cuales la mayoría nunca voló en un jet privado”, agregó.
Asimismo, Luxury Aircraft Solutions, una empresa asentada en Nueva York que ofrece vuelos hacia Los Ángeles por precios que van de los 25,000 a los 35,000 dólares, reveló a Vice que el fin de semana pasado la demanda se incrementó significativamente.
El precio de un jet privado suele variar en función del tipo de aparato, de la región, de la cantidad de pasajeros y de la duración del vuelo.
Un viaje ida y vuelta Londres-Nueva York en una jet con 12 plazas cuesta alrededor de 150,000 dólares, mientras que un viaje de ida entre Hong Kong y Japón tiene un precio de 71,000 dólares.
En Asia, donde la epidemia surgida en China golpeó primero, las empresas de alquiler de aviones registraron también nuevos clientes.
Air Charter Service de Hong Kong registró en enero y febrero un subida de 70% de sus viajes desde Hong Kong, Shanghái y Pekín y un alza de 170% de sus nuevos clientes.
Los cierres de fronteras decididas por muchos países obligaron a las compañías a cancelar miles de vuelos.
El Centro para la Aviación (CAPA, por sus siglas en inglés), advirtió que las aerolíneas de todo el mundo podrían declararse en bancarrota a finales de mayo si los gobiernos y la industria no toman acciones coordinadas para evitarlo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, solicitó al Congreso un billón de dólares que destinará en parte para ayudar a los sectores que se han visto más vulnerados ante la propagación del coronavirus, días después de que Boeing, que podría convertirse en la nueva Lehman Brothers, solicitó 60,000 millones de dólares al gobierno para contrarrestar sus pérdidas y aumentar su producción.
Las aerolíneas de Estados Unidos han pedido a Washington 50,000 millones de dólares en subvenciones y créditos, además de decenas de miles de millones de dólares en ayudas tributarias.
Sólo el fin de semana, United Airlines, IAG -matriz de British Airways-, Air France-KLM, easyJet, Finnair y Air New Zeland implementaron medidas drásticas como la reducción de salarios y capacidad de vuelo para reducir costos ante el cierre de fronteras.
Con información de AFP y Reuters