Cómo la cerveza sin alcohol se convirtió en un buen negocio
Cómo la cerveza sin alcohol se convirtió en un buen negocio

Cómo la cerveza sin alcohol se convirtió en un buen negocio

Heineken tuvo en 2018 sus mejores cifras de ventas en una década y uno de los principales motores fue su cerveza sin alcohol, Heineken 0.0.

Lanzada en 2017, esta bebida ya está presente en 38 países y la empresa belga planea llevarla a más mercados este año.

Anheuser-Busch InBev apunta a que en 2025, 25% de su volumen de ventas provenga de bebidas no alcohólicas. Actualmente ronda 10%.

Las bebidas sin alcohol se venden a precios similares que las alcohólicas, pero pagan menos impuestos, por lo que son un producto más rentable para las empresas.

La tasa de crecimiento anual compuesta de las cervezas no alcohólicas fue de 3.9% entre 2012 y 2017, según datos de UBS, mientras que las ventas totales de cerveza crecieron apenas 0.2%.

Aunque el segmento de la cerveza fuerte, aquella con más de 5.5% de alcohol por volumen es la que presenta el mayor crecimiento del mercado, según la consultora DataGlobal, la cerveza sin alcohol está en segundo lugar, con una tasa de crecimiento anual compuesta de alrededor de 4% entre 1999 y 2017, el doble que el mercado en general.

La importancia de llevar una vida más saludable es una de las razones mencionadas por 37% de los consumidores para reducir su consumo de alcohol, según una encuesta de Global Data, y ese sentimiento es más prevalente entre los hombres (39%) que entre las mujeres (37%) y entre los consumidores de entre 25 y 34 años (40%) que entre los mayores de 55 (33%).

El avance de las economías de Medio Oriente, que tienen una alta proporción de población musulmana, es otra área de oportunidad.

¿Pero cómo hacer que los hombres jóvenes decidan realmente consumir una cerveza sin alcohol?

Heineken decidió no ofrecer su cerveza 0.0 como una opción alternativa a las bebidas alcohólicas, sino como un complemento, lo que también les ayudó a evitar canibalizar las ventas de las cervezas tradicionales.

Así, su publicidad se enfocó en mostrar los momentos en los que tal vez no era bien visto beber cerveza tradicional, pero un consumidor podía optar por la no alcohólica, por ejemplo, una comida de negocios.

Analistas ahora destacan que los que deben preocuparse son los gigantes Coca-Cola y Pepsi. Tal vez sea difícil convencer a un amante de la cerveza de optar por una cerveza no alcohólica, pero esta bebida sí puede ser considerado por muchas como un buen sustituto de un refresco.

Y a todo esto, ¿cómo se hace una cerveza sin alcohol?

La definición varía por país: en España, puede etiquetarse como cerveza sin alcohol a la bebida con máximo 1% de alcohol por volumen, mientras que en Medio Oriente debe tener menos de 0.1%. En México, según la NOM-142- SSA1/SCF1-2014, las bebidas alcohólicas son las que tienen más de 2% de alcohol por volumen.

El proceso de producción puede ser complicado, especialmente por el sabor. Las opciones que tienen los cerveceros son dos: limitar a las levaduras para que produzcan menos alcohol de lo normal o retirarlo al final del proceso

En el primer caso, las levaduras se matan casi al inicio del proceso, lo que afecta los sabores que se generan, o pueden alimentarse con poca azúcar, para ralentizar su actuación y así lograr que se desarrollen los sabores deseados, aunque por lo general se obtiene una cerveza con un bajo nivel de alcohol -menor a 0.5%- en vez de una cerveza sin alcohol.

Si los productores deciden llevar a cabo el proceso normal, obtienen los sabores que se espera de esta bebida, y posteriormente la destilan, usando solamente calor o en combinación con una máquina de vacío.

El otro método es la ósmosis inversa: se emplea un filtro que sólo deja pasar alcohol, agua y algunos ácidos volátiles y el líquido resultante se somete a procesos de destilación normales para retirar el etanol. Posteriormente, esta mezcla de agua y ácidos se vuelve a mezclar con lo que quedó del otro lado del filtro, explica el sitio especializado Chowhound.

“Para hacer Heineken 0.0, los cerveceros remueven el alcohol, pero luego añaden los aromas frutales que se eliminaron junto con el alcohol. Estos aromas le dan a las cervezas de Heineken su sabor y olor”, dijo a CNBC el maestro cervecero de la empresa, Willem Van Waesberghe.

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