El Club Deportivo Veracruz adeuda varios meses de salario a sus futbolistas, quienes amenazan con no jugar el partido de este viernes contra los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León. De llevarse a cabo su protesta, los Tiburones descenderían de categoría o incluso podrían perder la afiliación a la Federación Mexicana de Futbol (FMF).
Fidel Kuri Grajales, propietario del club ha dicho que el monto de deuda alcanza los 25 millones de pesos (mdp) y que tiene la intención de realizar los pagos la siguiente semana.
Si puedo todo, será todo; si no, lo más que más se pueda
declaró en entrevista con Milenio Televisión el miércoles.
Sin embargo, los jugadores afectados exigen el pago de la mitad del adeudo “por lo menos”, para presentarse al partido de la jornada 14 del torneo Apertura 2019, según el exfutbolista Álvaro Ortíz Arellano, presidente de la Asociación Mexicana de Futbolistas (AMF). Desde que inició el torneo, el 20 de julio, no han recibido pago alguno.
El artículo 66 del Reglamento de afiliación, nombre y sede de la FMF enlista nueve causas por las que un miembro puede perder su registro. Al menos dos serían aplicables al Veracruz: incumplir con sus obligaciones financieras o no participar en alguna competencia oficial convocada por la federación.
El presidente de la Liga MX, Enrique Bonilla Barrutia, confirmó el martes que si el equipo se niega a jugar “el reglamento es claro que el club que no se presente a la competición desciende automáticamente y en ese momento se aplicarían los artículos correspondientes y se iniciaría el proceso de desafiliación”.
El paro anunciado por los futbolistas puede escalar hasta la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje, dice Alfonso Bouzas Ortíz, abogado experto en temas laborales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), pese a que Bonilla Barrutia dijo que los contratos de los jugadores son simplemente “acuerdos verbales” y no están por escrito.
Aunque no haya un contrato firmado, los jugadores pueden probar que prestaron un servicio durante cierto tiempo y que no han recibido pago por el mismo. Eso basta para iniciar un procedimiento ante el tribunal laboral
, dice Bouzas Ortíz.
Por cierto, esto es lo que debes saber sobre la NOM contra el estrés laboral
Año de escándalos en el puerto
La controversia por el adeudo a sus futbolistas es el tercer escándalo que salpica al Veracruz.
El 15 de abril pasado la Comisión Disciplinaria de la FIFA ordenó a la Liga MX una sanción al equipo de Kuri Grajales por varios adeudos a exdirectivos y exfutbolistas que trabajaron para el club en años pasados.
Entre los pendientes que el máximo organismo rector del futbol profesional ordenó cumplir estuvo un pago por 244,500 dólares al equipo uruguayo Montevideo Wanderers por el fichaje de Matías Joaquín Santos, según reportes de prensa.
La dirigencia de la primera división mexicana obedeció el requerimiento y le quitó los cuatro puntos que acumularon los tiburones durante el primer semestre del año. Sin embargo, el castigo fue como un acto simbólico, pues para entonces el equipo ya había descendido de categoría, aunque una multa de 120 mdp le permitió mantenerse en División.
El Veracruz también apareció en una base de datos publicada por la organización civil Fundar con los beneficiarios de miles de favores fiscales que realizó el Servicio de Administración Tributaria (SAT) en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.
En una primera cancelación de multas y recargos realizada en 2009, el equipo se libró de pagar 84.1 mdp al fisco, mientras que en otro favor del mismo tipo se le canceló el cobro de 253.9 mdp en 2011.
Fidel Kuri obtuvo el control del equipo gracias a que en 2015, el exgobernador de Veracruz, Javier Duarte, logró darle en comodato el nombre, marca, logo, estadio y el centro de alto rendimiento del club. El directivo además ha destacado por utilizar al equipo con fines políticos.
En 2016, a tres días de las elecciones en la entidad, amenazó con mover al equipo a otro estado en caso de que el PRI perdiera la contienda. Al final ganó el candidato opositor, Miguel Ángel Yunes, y el equipo se quedó.
Acuerdos verbales, arma de doble filo
Ante la negativa de realizar los pagos por parte de la directiva ancabezada por Kuri Grajales, los futbolistas del Veracruz lanzaron en redes sociales la campaña #HoyPorMiMañanaPorTi con la que pidieron el apoyo de otros jugadores profesionales.
A la denuncia se sumaron futbolistas como Ángel Reyna, Carlos Salcido, Oribe Peralta, Gabriel Peñalba.
#HOYPORMIMAÑANAPORTI pic.twitter.com/KoFZDSWRJS
— Angel Reyna (@AngelReynaFut) October 17, 2019
La Liga MX, por su parte, pidió a los jugadores del Club Deportivo Veracruz presentar sus inconformidades por escrito. Pero Bonilla dijo en un comunicado que ninguno de los deportistas presentó reclamo, debido a que les resultó imposible documentar los pagos incumplidos.
No se presentaron los reclamos ante la imposibilidad de documentar pagos incumplidos bajo la premisa de que existían -según lo dicho por algunos jugadores- acuerdos verbales de presuntos compromisos de pagos y adeudos
, escribió el directivo.
Mensaje de Enrique Bonilla Barrutia, Presidente Ejecutivo de la LIGA MX:
"Las lecciones del caso Veracruz".https://t.co/CJn4cdw6st pic.twitter.com/Grbg1aITre
— Liga BBVA MX (@LigaBBVAMX) October 17, 2019
Alfonso Bouzas asegura, no obstante, que el simple hecho de haberse presentado a jugar los 13 partidos previos de la temporada obligan al cuadro veracruzano a cumplir con el pago por sus servicios.
Aunque no exista un documento firmado, dice el experto, para los jugadores debería ser “fácil” demostrar ante la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje que jugaron cierta cantidad de partidos, así como la falta de pagos a través de sus estados de cuenta bancarios.
Pero en caso de no disputar el partido que tienen programado ante Tigres, la directiva del Club Deportivo Veracruz podría alegar el incumplimiento del “contrato verbal” y le abriría la puerta a una posible demanda por los daños que su ausencia le ocasione a la empresa.
“No se trata de un asunto sencillo, pero hasta ahora los jugadores tienen la ventaja. Si no se presentan a jugar, la situación podría cambiar”, advierte el entrevistado.