Cinemex puede dormir con cierta tranquilidad por su negocio en México mientras dure la pandemia, pero su subsidiaria en Estados Unidos, CMX Cinema, es otra historia. El negocio se declaró en quiebra por el cierre de sus unidades a partir del brote de COVID-19.

A finales de abril, CMX Cinema solicitó la protección por bancarrota, apegándose al capítulo 11 de la Ley de Quiebras, para reestructurar la empresa mientras continúa en operaciones, de acuerdo a una nota publicada por el periódico The Wall Street Journal.

La cadena dijo que no estaba segura cuándo reabriría sus complejos y de hacerlo, no aseguraba la afluencia de clientes que podrían llegar.

CMX contaba entre 100 millones de dólares a 500 millones en activos y pasivos, donde sus mayores acreedores son cinco bancos a los que debe 45 millones de dólares.

La empresa maneja 14 complejos distribuidos por territorio estadounidense, extendiéndose por la costa este y en los estado de Illinois, Minnesota y Wisconsin.

Además, el brazo inmobiliario de la empresa de Germán Larrea en el país del norte, Cinemex USA Real Estate Holdings, también se declaró en quiebra.

En las redes sociales de la cadena como Facebook, Twitter e Instagram, no se ha mostrado actividad desde el 7 de mayo.

La historia que se volvió película de terror

En 2017, Cinemex inauguró su primera unidad en Miami, Florida, con el objetivo de arrancar en este nuevo mercado, diferenciándose de la fuerte competencia al ofrecer espacios de lujo para los espectadores.

“Como cadena de exhibición líder en México es un orgullo llegar a innovar en una industria tan saturada, con un concepto mexicano de calidad, capaz de competir de manera internacional”, dijo Javier Ezquerro, director general de operaciones de Cinemex en ese momento.

En una entrevista concedida a Expansión este año, la empresa comentó que su plan era invertir 65 millones de dólares para incrementar el numero de unidades para 2020.

Cinemex cuenta con 385 unidades a lo largo del mundo con 3,380 pantallas de exhibición con lo que se coloca dentro de las 10 cadenas más grandes a nivel mundial, de acuerdo a la propia empresa.

Con la decisión de declarare en quiebra, la compañía espera obtener concesiones de lo que cree son términos oneroso establecidos por propietarios de los espacios y de los estudios de cine.

El panorama no se ve fácil para la subsidiaria de Cinemex porque a inicios de este mes, AMC, la cadena de cines más grande del mundo, dijo ante la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos que “existen dudas sustanciales sobre nuestra capacidad de continuar como empresa en funcionamiento durante un período de tiempo razonable”.

Además de que no generaron ingresos por taquilla, venta de alimentos y bebidas desde marzo debido al coronavirus.

Si bien, la experiencia de ir al cine no se equipara a ver una película a través de una computadora o por televisión, la supervivencia de la industria dependerá de la confianza del público al regresar a las salas con guantes y cubrebocas.