El despacho eléctrico de las plantas generadoras con tecnología termoeléctrica en la región del bajío está incrementando, las cuales están fuera de mérito económico, bajo el pretexto de confiabilidad técnica, según revelan cifras oficiales.

Esta maniobra a cargo de la Comisión Federal de Electricidad  y el Centro Nacional de Control de Energía viola la Ley de la Industria Eléctrica, lo que tendría como objetivo aumentar el combustóleo que la CFE está consumiendo y con ello la capacidad nacional de refinar sin desperdiciar este derivado.

“Lo sabemos, primero, porque si estuvieran despachando dentro de mérito económico el precio marginal local sería mucho más alto, y esto no ha ocurrido. Las memorias de cálculo de suministro básico nos indican que se contrató casi cuatro veces más energía de termoeléctricas al menos en enero y febrero comparado con el año pasado”, reveló a EL CEO Víctor Ramírez, analista independiente.

El número de unidades de generación contratadas con base en combustóleo pasó de 4 a 13 entre diciembre del año pasado y febrero de este año, cifra más actual disponible. Esto representó que la capacidad instalada contratada aumentara de 1,385 MW a 8,262 MW en el mismo periodo de tiempo.

Los datos actuales no permiten garantizar que las energías renovables son las únicas desplazadas o incluso las más afectadas, pero cabe recordar que la confiabilidad ha sido la razón principal para que esta administración se oponga a la energía renovable e insista en despachar la energía generada por CFE fuera de mérito económico, a pesar de que existen otras acciones que pudieran asistir en este tema.

Mientras las afectaciones no son del todo transparentes, los expertos tienen claro que esta maniobra, al igual que los cambios impulsados a la Ley de la Industria Eléctrica, tienen un claro beneficiario: Pemex.

“Yo te diría que sí es un asunto de mantener en la operación máxima posible a las termoeléctricas de combustóleo para mantener a su vez en su máxima operación posible la refinación. Se trata de algo que las autoridades han admitido entre líneas”, dijo Ramírez.

En entrevista con la revista Forbes, la secretaria de Energía Rocío Nahle, dijo que el combustóleo ofrece generación eléctrica constante, algo que no ocurre con tecnologías renovables. Además, dijo que “no puede decírsele a la población que no hay electricidad porque se cruzó una nube o no hay viento”, dejando entrever que el uso de esta tecnología sí ha aumentado durante su mandato.

Sin embargo, la funcionaria negó que no exista demanda por combustóleo a nivel mundial, y dijo que ha visto copias de múltiples solicitudes de compra dirigidas a Octavio Romero, director de la empresa estatal.

Esta no se trata de la única maniobra del gobierno para desechar combustóleo, y algunas vienen incluso de la administración anterior. En un foro organizado por el Observatorio Ciudadano de Calidad del Aire, Daniel Chacón, de Iniciativa Climática México, destacó que la planta termoeléctrica de Tula consume combustóleo con 3.5% de contenido de azufre a pesar de que ni siquiera debería utilizar este hidrocarburo.

“Se está infringiendo una disposición de la norma 085, que prohíbe usar combustóleo por encima de 2.5% de azufre en el corredor metropolitano. Por ese lado ya se incumple una normativa. Por otro lado, hemos encontrado el permiso de esa planta en la CRE y se menciona que no se debe usar otra cosa más que gas. Entonces al parecer esas dos medidas simplemente están siendo brincadas sin consideración”, lamentó Ramírez.

Además dijo que en la política energética de la actual administración no hay consideración por el clima, la salud pública, la contaminación del aire y los costos que esto conlleva.

Según datos presentados durante el mismo foro, Tula operó con combustóleo un promedio de 75.77% de su porcentaje energético entre 2015 y 2019.