El Centro Nacional de Control del Gas Natural está cerca de reanudar el suministro a la planta de Etileno XXI, propiedad de la petroquímica, Braskem Idesa. La empresa podría llegar a un acuerdo con Pemex esta semana sobre su contrato de suministro de etano, reveló una fuente con conocimiento de las negociaciones a REDD Intelligence.

El gobierno mexicano confía en que Pemex llegará a un acuerdo con Braskem Idesa sobre su controvertido contrato de suministro de etano que ‘igualará el saldo’ para la empresa estatal

Las partes ya acordaron los cambios en el contrato y solo tienen que afinar algunas cifras involucradas en esos cambios, dijo la fuente, que se negó a dar información más específica sobre esto, ya que las negociaciones aún están en curso.

La negociación “igualará el saldo”, lo que significa que Pemex obtendrá un contrato más justo, dijo la fuente.

A principios de diciembre, Cenagas le interrumpió el suministro, luego de que el gobierno encabezado por el presidente Andrés Manuel López Obrador declinara renovarle el contrato por supuestos alegatos de corrupción y condiciones “ventajosas” que recibía, lo que fue visto como una medida para que la compañía renegociara el contrato con la petrolera.

A ojos del gobierno, el contrato firmado hace casi 10 años fue demasiado benéfico. Pemex habría vendido etano a Braskem Idesa con un descuento respecto al índice de referencia internacional MontBelvieu.

Tras la decisión de no renovar el contrato, la planta de Etileno XXI, ubicada en Veracruz, tuvo que suspender temporalmente sus operaciones y ha estado quemando etano más caro, en lugar de gas natural como combustible para mantener sus operaciones.

Braskem Idesa inició en enero un proceso de arbitraje internacional en París, para que fuera resuelto por la Corte Internacional de Comercio. Si bien podría ganar un caso de arbitraje contra Pemex y Cenagas, podrían pasar años antes de que se dicte un fallo final, publica REDD Intelligence.

La empresa brasileño-mexicana inició acciones legales bajo las cláusulas del contrato de suministro de etano con Pemex, además de utilizar mecanismos de protección de inversiones México-Holanda. Ambos procedimientos previeron un lapso de tiempo para que las partes pudieran llegar a una negociación antes de que se pueda presentar el arbitraje.

Continuar el proceso de arbitraje sería demasiado arriesgado para una planta que comenzó a operar hace menos de cinco años. Se espera siga funcionando durante las próximas décadas y cueste alrededor de 5,200 millones de dólares, dijeron consultores y analistas.

En este punto, cualquier trato es bueno y mucho mejor que un proceso de arbitraje costoso y lento, dijo el analista. Si Braskem Idesa necesita solicitar exenciones o modificar contratos con sus prestamistas, es probable que la empresa de riesgo compartido obtenga aprobaciones siempre y cuando el nuevo contrato de Pemex tenga sentido económico, lo cual seguramente lo tiene, dijo un analista a REDD.

Es mejor conseguir un mal trato que una buena pelea

dijo un consultor de energía.

Otro especialista en temas energéticos agregó que aún las conversaciones pueden fracasar dependiendo del estado de ánimo de López Obrador.