Embraer inició un proceso de arbitraje contra Boeing, luego de que el fabricante estadounidense de aviones canceló un acuerdo de 4,200 millones de dólares que llevaba años en proceso para adquirir la división de aviones comerciales de la compañía brasileña.

El fabricante de aviones asentado en Sao Paulo afirma que ha sufrido daños sustanciales como resultado del colapso del acuerdo, aunque se negó a proporcionar más detalles sobre el proceso y si irá unido a una demanda en un tribunal brasileño o estadounidense.

Las acciones de Embraer caen 5.55%, a 5.45 dólares en la Bolsa de Nueva York, con lo que toca un mínimo histórico. En contraste, los títulos de Boeing avanzan 1.12%.

El acuerdo fue anunciado por primera vez en 2018, en parte en respuesta a una adquisición canadiense similar por parte de la europea Airbus.

El fin de semana, Boeing dio por terminado el acuerdo y acusó a Embraer de no cumplir con las condiciones para cerrar la transacción, pero la empresa brasileña replicó que la cancelación se debió a los financieros que enfrenta el fabricante estadounidense como resultado de la crisis provocada por la pandemia de COVID-19 y la mantención en tierra de su 737 MAX.

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“Embraer cree firmemente que Boeing ha rescindido (el acuerdo) injustamente”, dijo la compañía brasileña.

Embraer se encuentra en una situación delicada, ya que apostó por el futuro de la compañía en Boeing y 2020 será un año difícil, dijo este lunes el CEO de Embraer, Francisco Gomes Neto.

El directivo agregó que Embraer ha podido identificar ahorros en efectivo por 1,000 millones de dólares para el año y que no ha sufrido ninguna cancelación de pedidos. 

La compañía esperaba vender el 80% de su rentable unidad de aviación comercial a Boeing y aumentar las ventas de sus aviones regionales E2. Luego usaría el efectivo de Boeing para eliminar toda su deuda previa y pagar un dividendo de 1,600 millones de dólares.

Embraer, una exempresa estatal, tiene una estrecha relación con el gobierno brasileño, que tiene poder de veto sobre las decisiones estratégicas, y sigue siendo un importante proveedor de tecnología militar.

“Quizás comencemos nuevas negociaciones con una nueva compañía”, dijo el lunes a periodistas el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, quien había apoyado y aprobado el acuerdo de Boeing, incluso mientras otros miembros del ejército seguían sospechando que su participación podría afectar los intereses brasileños.

Con información de Reuters