La firma de capital privado estadounidense Blackstone, dueña de una planta de generación en Texas, la desconectó del grid estatal en 2016 apostando a que podría hacer una fortuna como el único generador basado en Estados Unidos que vendía energía exclusivamente a México.

Esa apuesta no ha resultado.

Casi cinco años después, la planta de gas de Blackstone, Frontera Holdings, está sufriendo para escapar la bancarrota con casi 1,000 millones de dólares de deuda, resultado de una sucesión de problemas que van desde el colapso del mercado de electricidad en México en 2020 hasta los cortes por la tormenta invernal del mes pasado.

Frontera solicitó protección contra la bancarrota el mes pasado en Houston, extinguiendo préstamos y notas propiedad de fondos de cobertura, pensiones y firmas de capital privado, de acuerdo con documentos regulatorios.

Desde entonces, la compañía ha asegurado 145 millones de dólares de inversión para iniciar de nuevo, pero su fortuna es incierta luego de que México ha anunciado reformas que podrían destruir el modelo de negocios de Frontera, y la instalación corre el riesgo de enfrentar grandes multas por no haber entregado poder durante la escasez regional del mes pasado.

A principios de febrero, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que modificaría el mercado eléctrico mexicano, argumentando que los productores de electricidad estaban entre aquellos que han tenido utilidades excesivas.

Ahora, el presidente está armado con una modificación a la Ley de la Industria Eléctrica, que actualmente se encuentra suspendida, pero que abriría la puerta para renegociar y potencialmente terminar contratos con productores independientes como Frontera.

La tormenta invernal que golpeó Texas y el norte de México detuvo la generación de Frontera y otros productores. Abogados de Frontera dicen que la planta podría enfrentar penalizaciones por no haber sido capaz de proveer energía eléctrica durante varios días.

Blackstone Group declinó hacer comentarios sobre el impacto de estos eventos en el plan de Frontera para evitar la bancarrota.

La planta generó 87 millones de dólares de utilidad y casi 200 millones de dólares de ganancia en 2019, de acuerdo con documentos entregados a la Corte de Bancarrotas de Houston.

Ese año, Blackstone se pagó a sí mismo un dividendo de alrededor de 116 millones de dólares, similar al pago de 120 millones realizado el año anterior, de flujo operativo y deuda incremental.

Frontera es propietaria del 100% de su línea de transmisión a México y tiene uso ejecutivo de esta. Las empresas ya no pueden establecer modelos similares debido a cambios normativos realizados por el Departamento de Energía de Estados Unidos.

El año pasado, el precio máximo de la electricidad en México colapsó 70%, en parte por el impacto de la pandemia en la economía. Frontera sufrió pérdidas operativas por 9 millones de dólares con ganancias de 79 millones, según documentos.