La temporada de compras navideñas en Estados Unidos se abrió con una lluvia de ofertas para el Black Friday, aunque con menos gente en las calles que en el pasado debido al auge del comercio electrónico.

Compañías minoristas, del entretenimiento y del turismo intentaron una vez más atraer a compradores después del Día de Acción de Gracias con un sinfín de ofertas en una jornada que es sinónimo de la cultura de consumo estadounidense.

Pero los consumidores ya no compran en el “Black Friday” como lo hacían en el pasado.

Solo 36% de los consumidores asegura que comprará en esta jornada, un punto porcentual menos que el año pasado y 23% menos que en 2015, según un estudio de PricewaterhouseCoopers.

Hace unos pocos años, Black Friday tenía el aura de un evento FOMO (acrónimo de “fear of missing out”, miedo a perdérselo). Ahora parece más simbólico que significante,

recuerda la consultoría.

Al “Black Friday” le seguirá el lunes siguiente el “Cyber Monday”, el segundo día en importancia de la temporada de compras navideñas.

Europa ha ido copiando estas jornadas de compras compulsivas, un esfuerzo que ha generado fricción entre una parte de la sociedad.

Francia, Alemania y Holanda son este año escenario de protestas, entre ellas manifestaciones ambientalistas fuera de los centros de distribución de Amazon y cadenas humanas que bloquean los centros comerciales.

En Estados Unidos, sin embargo, no hay visos de que se produzcan estos actos subversivos. De hecho, el mayor reto al que se enfrenta el “Black Friday” es el cambio en los patrones de consumo.

El estudio de PWC asegura que este año, por primera vez, más consumidores (54%) dijeron que harán la mayor parte de sus compras por internet en vez de en las tiendas.

Mayores ventas

Economistas y expertos en la industria minorista confían en las perspectivas para la temporada 2019 debido a la fortaleza del mercado laboral.

El gasto del consumidor representa 70% del crecimiento de la economía estadounidense y se ha mantenido fuerte en 2019, incluso cuando la manufactura se ha estancado y la inversión empresarial ha sido mediocre.

Los consumidores están en buena forma financiera y dispuestos a gastar un poco más en regalos en estas fiestas,

dijo Matthew Shay, director ejecutivo de la Federación Nacional de Minoristas.

Esta federación ha proyectado que los consumidores estadounidenses gastarán un promedio de 1,048 dólares este año, un aumento de alrededor de 4% de lo que dijeron que gastarían el año pasado.

Pero cada vez más esas ventas se hacen por internet.

Esta tendencia incluye a Amazon, por supuesto, pero también a cadenas tradicionales de tienda física como Walmart y Macy’s, convertidas ya en minoristas “multicanal”, así como empresas y organizaciones que venden de todo, desde comida para mascotas hasta estadías en hoteles y productos políticos.

Gorras, camisetas y demás productos con el lema de Donald Trump “Make America Great Again” (Haz grande a Estados Unidos otra vez) volvieron a venderse con 35% de descuento en la página del presidente.

La precandidata demócrata Elizabeth Warren ofrecía sus productos con 25% para pedidos de más de 75 dólares.

Debido a la tardanza del Día de Acción de Gracias, la temporada de compras navideñas de este año es aproximadamente seis días más corta que el año pasado, lo que ha empujado a los minoristas a adelantar las promociones, según analistas.

El gasto del consumidor por internet en el día de Acción de Gracias llegó este año a 4,200 millones de dólares, 14.5% más que hace un año y la primera vez que supera la barrera de los 4,000 millones, según Adobe Analytics.

Jason Woosley, uno de los vicepresidentes de Adobe, dijo que los datos preliminares mostraron que los consumidores estadounidenses iban a gastar casi 19% más en este “Black Friday” que en el del año pasado.