La carrera espacial, categoría multimillonarios, se vio agitada el jueves: el británico Richard Branson anunció que planeaba volar al espacio el 11 de julio a bordo de una nave de Virgin Galactic, con la esperanza de opacar a su rival Jeff Bezos, cuyo viaje espacial está programado para el julio 20.
La competencia es feroz entre ambos hombres, quienes posicionaron a sus empresas en el sector del turismo espacial, con vuelos suborbitales cortos.
A principios de junio, Jeff Bezos anunció que formaría parte de la tripulación del primer vuelo tripulado del cohete New Shepard, desarrollado por su empresa Blue Origin.
Por lo tanto, pensó en robarle la novedad a Richard Branson, quien había dicho durante mucho tiempo que quería participar en una prueba de Virgin Galactic, antes del inicio de las operaciones comerciales regulares anunciadas para 2022.
Pero el británico le movió el piso a Bezos al anunciar que estaría entre las cuatro personas a bordo de la nave espacial VSS Unity, que despegará el 11 de julio desde el estado de Nuevo México, en el sur de Estados Unidos.
“La ventana para el próximo vuelo de prueba del SpaceShipTwo Unity se abre el 11 de julio, a la espera de verificaciones meteorológicas y técnicas”, dijo Virgin Galactic en un comunicado.
“Realmente creo que el espacio nos pertenece a todos”, dijo Branson, citado en el texto.
“Después de 16 años de investigación, ingeniería y pruebas, Virgin Galactic se encuentra a la vanguardia de una nueva industria espacial comercial, que debe abrir el espacio a la humanidad”, agregó.
Guerra mediática
La batalla entre los dos competidores va acompañada de una guerra mediática.
Jeff Bezos pegó fuerte este mismo jueves al presentar a su pasajero “de honor” para el vuelo del 20 de julio.
Se trata de la aviadora pionera Wally Funk, de 82 años, que acompañará al multimillonario en el primer vuelo espacial tripulado de la compañía Blue Origin.
El viaje llega con 60 años de retraso para Funk, quien fue una de las “Mercury 13”, las primeras mujeres entrenadas por la agencia espacial estadounidense NASA para volar al espacio entre 1960 y 1961, pero excluidas por razones de género.
En un video publicado en la cuenta de Instagram de Bezos con motivo del anuncio, Funk señaló que “dije que quería ser astronauta. Pero nadie quería llevarme. No pensé que alguna vez iría allí”.
“Nadie ha esperado tanto tiempo”, escribió Bezos. “Bienvenida a la tripulación, Wally”.
Funk, quien también fue la primera mujer inspectora de la agencia de aviación de Estados Unidos, la FAA, se convertirá en la persona de mayor edad en ir al espacio -hasta el momento ese récord lo ostenta el astronauta estadounidense John Glenn, con 77 años- cuando viaje a bordo de la nave New Shepard junto con Bezos y su hermano Mark.
También irá el ganador no identificado de una subasta, que pagó 28 millones de dólares por el asiento.
El lanzamiento está previsto en la fecha del 52 aniversario del alunizaje del Apolo en 1969 por parte de Neil Armstrong y Buzz Aldrin.
Irónicamente, Wally Funk también compró un boleto hace años para volar al espacio con Virgin Galactic.
Unos minutos en gravedad cero
Los aparatos desarrolladas por Virgin Galactic y Blue Origin son muy diferentes, aunque el resultado para los pasajeros finalmente será más o menos el mismo: permanecer unos minutos en la ingravidez.
Virgin Galactic no utiliza un cohete clásico para lanzar su nave al espacio sino un avión que despega de una pista y luego deja caer en altitud la nave espacial que lleva adosada, que enciende sus motores cuando alcanza los 80 km y luego desciende planeando. Esa es altura es la fijada por Estados Unidos para la frontera espacial.
Dos pilotos tripulan el avión y cuatro personas, incluido Branson, viajan en la nave VSS Unity.
En el caso de Blue Origin, se trata de un cohete más “clásico”, que despegará verticalmente. La cápsula se separará a unos 75 km de altura, continuando su trayectoria hasta superar los 100 km de altitud -la línea Karman, que marca el inicio del espacio según la convención internacional.
Los pasajeros podrán salir de sus asientos y observar la curvatura de la Tierra.
Luego, la cápsula comenzará una caída libre para regresar a la Tierra, que será ralentizada por tres grandes paracaídas y cohetes retro antes de aterrizar en un desierto en el oeste de Texas. El viaje durará un total de 11 minutos.