Es agosto de 2011, año de la crisis del techo de deuda en Estados Unidos, el multimillonario Warren Buffett toma un baño y reflexiona sobre sus inversiones en el sector bancario, entonces se le ocurre una idea.
El ‘Oráculo de Omaha’, quien ya tenía una participación en American Express y Geico, decidió invertir en Bank of America (BofA), con lo que reforzó la confianza en el banco y cerró uno de los acuerdos más lucrativos de su carrera.
Buffett trató de contactarse con el CEO de BofA, Brian Moynihan, pero su primer intento fue frustrado por un trabajador del centro de atención del banco, según Business Insider.
Warren pidió hablar conmigo y, por supuesto, no transfieren a todos los que llaman a los centros de llamadas a la línea del director general
recordó Moynihan en una entrevista con Bloomberg el año pasado.
Finalmente, Buffett logró comunicarse con Moynihan, quien le expresó que la compañía no necesitaba una inversión de capital en ese momento, lo que no sorprendió al arriesgado CEO de Berkshire Hathaway.
“Lo sé, es por eso que llamo”, contestó Buffett, logrando convencerlo de aceptar una inversión que aportaría estabilidad y aprobación a BofA, además de brindar al banco un colchón de efectivo.
En menos de 24 horas, los ejecutivos firmaron el acuerdo: una inversión de 5,000 millones de dólares a cambio de 5,000 millones en acciones preferentes del banco, canjeables con una prima de 5% y un pago de dividendo anual de otro 5%.
Berkshire también recibió warrants, garantías que le daban el derecho a comprar 700 millones de dólares en acciones ordinarias de BofA a un precio de 7.14 dólares cada una, con 10 años de plazo para ejercerse.
¿Cómo sacó provecho?
Los warrants son productos financieros derivados que ofrecen a su propietario el derecho a comprar o vender una cantidad determinada de activos a un precio fijo durante un periodo de tiempo determinado, a cambio del pago de un precio.
El inversionista esperó para usar los warrants hasta que los dividendos de 700 millones de acciones ordinarias del banco excedieron los 300 millones de dólares en ingresos anuales de las acciones preferentes.
Fue en 2017 que Buffet decidió ejercer las garantías y vendió todas las acciones en posesión de Berkshire. En ese año, el total de las acciones de BofA que poseía ascendía a más de 20,000 millones de dólares, más del triple del precio de su inversión inicial.
Desde entonces, Berkshire incrementó su participación con una inversión que supera los 1,000 millones de dólares, lo que convierte a la compañía en el mayor accionista del banco.
En 2011, Buffett dijo a los inversionistas de Berkshire que el negocio de BofA era atractivo y lograría perdurar tras la crisis. Algo similar ocurrió un par de años atrás, cuando el empresario salió al rescate de Goldman Sachs y General Electric.
¿Cuál fue la idea de Warren Buffet para aliviar el impacto de la crisis financiera de 2008?
Buffett ha buscado otro momento de inspiración que lo lleve a obtener rendimientos en situaciones complicadas, detalla Business Insider.
He pasado mucho tiempo en la bañera desde entonces y no se me ocurre nada. Claramente, o necesito una nueva bañera o tenemos que llegar a un tipo de mercado diferente
dijo en la reunión anual de accionistas de Berkshire en 2017