Los bancos digitales que ya operan en México o que tienen planes de hacerlo próximamente están apostando por captar a unos 4.65 millones de usuarios en el país, de acuerdo con los planes revelados por las instituciones.
Hey Banco, perteneciente a Regional y que tuvo sus inicios en 2017, quiere alcanzar su primer millón de usuarios en 2023, desde los poco más de 600,000 que registraba a principios de año.
Billú, de Banco Afirme, se fijó la meta de 250,000 clientes en 2023. En un comunicado difundido el 30 de mayo con motivo de inicio de operaciones, el banco informó que ya pre-registró a 20,000 personas interesadas en sus servicios.
Now, que forma parte de Invex y abrió sus puertas virtuales en febrero, quiere sumar un millón de clientes en los próximos dos años.
Bineo, el banco digital que Banorte quiere lanzar entre mediados y finales de 2023, busca llegar a tres millones de usuarios, según dijo el presidente del grupo financiero, Carlos Hank González, a Reuters, aunque no precisó en cuánto tiempo.
Mientras que Openbank, que Santander ya opera en otras latitudes y llegaría a México en 2024, aún no tiene una meta de clientes específica, comentó en una entrevista previa Felipe García Ascencio, director general del banco en el país.
Metas alcanzables
Para Ramón Martínez Juárez, docente de la Escuela Bancaria y Comercial (EBC) y experto en estrategia y transformación digital, es factible que los bancos digitales logren sus metas de crecimiento por el enfoque de este tipo de banca.
Pueden alcanzar el millón de clientes en un promedio de uno a tres años por esta nueva estructura de modelos de negocio especializados en mejorar la experiencia del cliente, y un journey muy claro en el producto o servicio
explicó en entrevista.
El académico apuntó que a diferencia de la banca tradicional que suele enfocarse en el producto, la banca digital pone al cliente en el centro y en mejorar su experiencia a partir de los datos que obtiene de éste.
“Se centran en flexibilidad, inclusión, soluciones rápidas, menos trámites complejos, inmediatez; diseñan productos específicos atendiendo a estas necesidades y con ello su oportunidad de escalabilidad es muy pronto”, expuso.
Para Banorte, una de las fortalezas que tendrá Bineo al competir en el mercado está en su licencia bancaria, que le permite dar más productos y proteger los ahorros con el seguro del Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB).
Mientras Now ve oportunidad entre las personas inconformes con la banca o que optaron por las fintech y están cambiando entre una y otra, un mercado que estiman en 11 millones de personas, contó previamente Luis Pineda, su director general.
Desde la década pasada, con el impulso de las fintech y las operaciones vía internet entre bancos, creció la adopción de las transacciones digitales, algo que se aceleró con la pandemia de COVID-19.
En su reporte anual de banca minorista, la firma Capgemini apuntó que esta rápida digitalización también cambió las expectativas de los clientes, que hoy esperan que sus experiencias entre el mundo físico y digital sean relevantes y sin fricciones, lo que intensificará la competencia en el sistema bancario.
Inclusión y digitalización
Ramón Martínez mencionó que si bien en México persisten los retos de inclusión financiera o uso de plataformas tecnológicas, también hay una oportunidad muy grande que lo ubica como un mercado creciente que se estará consolidando en los próximos años.
De acuerdo con los datos de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) de 2021, en México el 69% de la población tiene internet y 73% posee un smartphone, mientras el 68% cuenta con con un producto financiero.
Además, persisten brechas, como una mayor tenencia de productos entre hombres o en las poblaciones urbanas, donde 82% de los adultos tienen o han tenido productos financieros contra el 69% de las localidades rurales.
A nivel regional, Brasil tiene la mayor penetración en banca digital (77.3%), seguido por Chile (66.3%), mientras en México es inferior al 50%, de acuerdo con información de Statista a enero de 2022.