Si América Móvil obtiene la licencia para ofrecer TV de paga en México y si la corte permite el regreso del llamado ‘efecto club, el agente preponderante tendría nuevas herramientas para amarrar usuarios, empaquetar servicios y desplazar a la competencia, lo que AT&T quiere evitar a toda costa.

Confiamos en que la corte evitará el regreso del efecto club y también en que las autoridades no ‘caerán en la tentación’ de otorgarle una licencia de TV

Mónica Aspe Bernal, vicepresidenta de Asuntos Externos y Comunicación de AT&T México. 

En el marco de la edición 2019 del Foro Forbes, la directiva urgió a las autoridades a evitar las prácticas anticompetitivas del agente preponderante, así como su eventual incursión en un nuevo mercado e impedir que ofrezca de nueva cuenta beneficios tarifarios ventajosos a sus clientes.

En su charla sobre cómo medir el éxito de una empresa, la VP de AT&T México recordó que en los últimos casi cinco años AT&T ha invertido cerca de 8,000 millones de dólares en México.

Para Mónica Aspe, este ritmo de inversión solo es factible si existe un marco que permita que las empresas sean eficientes y que generen un margen de utilidad.

En ese sentido, añadió que una medida de éxito para reguladores y gobierno debe ser la existencia de una estructura industrial de competencia que permita que las empresas productivas generar rentabilidad y promover inversión.

Sin embargo, para AT&T, desgraciadamente, las medidas de éxito en el sector tienden a no ser efectivas, pues hay falta de cumplimiento, y por lo tanto, en la práctica se termina por beneficiar a la empresa que domina el mercado: América Móvil.

Como ejemplo, señaló que parte de la regulación al preponderante, su infraestructura debe de estar disponible para todos los operadores, no obstante, el acceso está bloqueado, incluso a quienes quieren pagar por él.

Lo anterior, genera duplicidad de infraestructura, lo que a su juicio hace más complicado llegar más lejos en cobertura.

En el fondo esta falta de competencia va en contra de la cobertura, que sabemos que es un objetivo de nuestro país

Para Aspe Bernal, las medidas de éxito deben beneficiar no solo a las empresas, sino a los clientes, empleados, y a las comunidades en las que operan.

Además, consideró que las autoridades debe definir el éxito por resultados y no por acciones.

América Móvil, los rivales y la TV

Hace unas semanas, Carlos García Moreno, CFO de América Móvil, reveló que envió a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes la solicitud para otorgarle la licencia de la TV, con la asesoría del IFT, lo que calificó como “una cuestión de mero trámite”.

Al respecto, la directiva de AT&T México dijo que ese discurso suena ‘al manifiesto de un monopolista’, un manual para consolidar poder y evitar que la regulación tenga un impacto verdadero.

En su opinión, con esa postura, el preponderante expresa abiertamente que las autoridades no se apegarán a los procedimientos establecidos en las leyes mexicanas, que dicta que los títulos de concesión los otorga el IFT y no la SCT.

En la industria telecomunicaciones en México no hemos visto las suficientes acciones regulatorias para abordar la concentración indebida

Asimismo, el CFO de América Móvil aseguró hace unas semanas que “Telefónica va de salida y AT&T no llega a ser competencia”.

Para Aspe Bernal, la aseveración de que ni Telefónica ni AT&T pueden competir, lo dice desde el éxito de desplazar a la competencia desde una posición ‘históricamente privilegiada’ en la que nadie puede competir, ni siquiera ‘los mejores operadores de telecomunicaciones del mundo’.

En México, la empresa controlada por Carlos Slim todavía posee a seis de cada 10 usuarios, mientras que siete de cada 10 pesos de los ingresos que genera la industria se van a las arcas de América Móvil y siete de cada 10 megas pasan por su red.