Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur) tendrá un menor impacto que las otras empresas del sector con los cambios a las bases de regulación tarifaria que busca el gobierno federal.
Francisco Suárez, analista de Scotiabank, indicó que Asur tiene menor exposición a las tarifas que los aeropuertos cobran a pasajeros frente al Grupo Aeroportuario del Centro Norte (OMA) y al Grupo Aeroportuario del Pacífico (GAP).
Asur es la compañía que depende menos de las tarifas a pasajeros, que aportan el 48% de sus ingresos totales. Cerca de 14% proviene de otro tipo de impuestos y 33% de actividades comerciales
comentó Suárez en un webcast este viernes.
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En comparación, las tarifas a pasajeros representan 66% de los ingresos totales de OMA, mientras que en el caso de GAP el porcentaje es de 64%, por lo que tienen menos diversificación.
El analista explicó que si bien aún no se conocen los detalles sobre las modificaciones que plantea el gobierno, puede que no todas las tarifas que cobran los aeropuertos tengan reducciones.
Otra posibilidad es que cambie el sistema vigente dual till por uno single till, en el que se regula el ingreso total permitiendo que los ingresos comerciales reduzcan los costos a los usuarios de servicios aeroportuarios.
Hasta que las empresas se reúnan con el gobierno y entiendan las implicaciones de estos cambios, se dará una mayor visibilidad al mercado
dijo.
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Nearshoring no está en riesgo
Los cambios en el sector aéreo no representan una amenaza para las oportunidades que se abrieron para México con el nearshoring.
Hay toda una cadena de valor que están relocalizando su producción a México, Canadá y Estados Unidos, eso está apoyado por el T-MEC. También hay factores geopolíticas que respaldan la idea de relocalizar producción desde China
comentó Suárez
Sin embargo, Scotiabank considera que se requiere un aumento de la inversión en infraestructura y logística para aprovechar todos los beneficios que acompañan al nearshoring.
La institución advirtió que los cambios en la regulación causan incertidumbre y afectan proyectos de inversión de capital que requieren décadas para recuperar dichas inversiones.
En uno de los peores escenarios, Asur, OMA y GAP, empresas que se espera serán de las más beneficiadas con el nearshoring, pueden sufrir recortes en sus calificaciones.