Los apoyos gubernamentales que ha recibido Petróleos Mexicanos (Pemex) para mejorar su complicada situación financiera tendrían muy poco impacto en cuanto a recuperar el grado de inversión que le retiraron las calificadoras Moody’s y Fitch Ratings en 2020.

Si bien, mediante estímulos fiscales y apoyos patrimoniales, el gobierno busca que Pemex cubra sus deudas de corto plazo, la falta de un plan de reestructura financiera podría complicar el camino para que la empresa retome el grado de inversión, coincidieron especialistas.

“Con esta operación sí podría mejorar Pemex la calificación… “poquito”, mencionó Ernesto O’Farrill, presidente de Bursamétrica a EL CEO.

Otro analista que pidió no ser citado comentó que se esperaba una respuesta más rápida de Pemex en cuanto a elevar la producción desde que el gobierno le dio flexibilidad fiscal.

Es difícil que se recupere el grado de inversión. La producción se estancó y los 3,500 millones de dólares (la aportación patrimonial que hace unos días hizo el gobierno a Pemex) no es la gran cosa, si se considera que Pemex debe 113,000 millones de dólares

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Por su parte, Rosanety Barrios, analista del sector energético, dijo que la deuda de Pemex solo se podrá pagar “con un cambio total en la estrategia de negocios que no vamos a ver. Tenemos un barril sin fondo”.

Al principio, parecía que la reducción de los derechos iban a empujar, que los 20 campos nuevos que Pemex dijo que iba a explorar servirían mucho para aumentar la producción, pero no levantó rápido.

Las calificadores retiraron el grado de inversión por las presiones financieras que tiene la petrolera en medio de los gastos para construir la refinería de Dos Bocas, y de la compra de la refinería de Deer Park en Houston, que se realizaría este mes.

Las métricas crediticias de Pemex seguirán siendo débiles en el futuro previsible a medida que la empresa lidie con los bajos precios del petróleo, altos vencimientos de deuda y baja inversión en exploración y producción, expuso Moody’s cuando retiró la calificación.

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Apoyos, sin una luz al final del túnel 

El pasado 6 de Diciembre, Pemex recibió una aportación patrimonial del gobierno de 3,500 millones de dólares para reducir su deuda, mejorar el perfil de vencimientos y recomprar bonos.

Pemex recibe aportaciones patrimoniales alineadas al perfil de vencimientos de su deuda de corto plazo para cubrir sus amortizaciones. Durante la primera mitad del año, recibió 64,124 millones, según la presentación de estados de resultados al segundo trimestre de 2021 de la empresa.

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Sin embargo, los apoyos iniciaron el 19 de febrero de 2021, cuando se publicó en el Diario Oficial de la Federación un Decreto Presidencial por medio del cual el Ejecutivo Federal dio a Pemex un estímulo fiscal acreditable al pago del Derecho por la Utilidad Compartida (DUC) en 2021 hasta por 73,280 millones de pesos.

Este beneficio fue adicional a la reducción de la tasa aplicable para el cálculo del DUC, la cual deriva de una reforma aprobada por el Congreso de la Unión en 2019,  con la cual la tasa pasó de 65 por ciento vigente en 2019, a 58% en 2020 y a 54% en 2021.

El gobierno comprometió a Pemex 26,500 millones de dólares, lo que representa 20% de todo lo que la petrolera debe, según cálculos de Rosanety Barrios.

Expuso que el gobierno dará recursos para que Pemex pague la deuda que vence en 2022 y 2023, de acuerdo con el comunicado de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) del pasado 6 de diciembre. 

“Estos son 16,500 millones de dólares. Es decir, tenemos 3,500 más 16,500 que no le están dando en este momento, pero que ya dijeron que le van a dar, más 6,500 que ya puso el gobierno este año para pagar deuda”, comentó.

Estas acciones ya tuvieron repercusiones en la nota de riesgo soberano, ya que el pasado 7 de diciembre, la calificadora Standard & Poor’s ratificó la calificación a largo plazo en moneda local y extranjera de México, manteniéndola con perspectiva negativa, debido al apoyo del gobierno federal a Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE).