El 2023 se posicionó como el peor año, hasta ahora en el sexenio de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), en términos de fiabilidad de la Red Nacional de Transmisión. Lo anterior bajo una creciente discusión sobre la necesidad de ampliar las líneas de transmisión del país y de los apagones.
El año pasado los usuarios experimentaron un promedio anual de 11.976 minutos de interrupciones en el servicio eléctrico debido a problemas de distribución en la Red Nacional de Transmisión, de acuerdo con los reportes anuales de la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Este valor supera con creces tanto la meta interna de la compañía eléctrica establecida para el año, que era de 2.845 minutos, como la objetivo externo de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), fijada en tres minutos.
Las razones detrás de este promedio de interrupción en el servicio “son las gerencias Regionales de Transmisión de Baja California, Noroeste, Norte, Noreste, Occidente, Central, Oriente, Sureste y Peninsular” que no lograron cumplir con las metas propuestas.
En estas zonas, los apagones obedecen a voltajes menores a los 161 kV, acumulando 11.716 minutos, lo que representó el 97.8% del total de tiempo de inactividad reportado al cierre de 2023.
Desde el inicio del sexenio de AMLO, las cifras de interrupciones han mostrado una tendencia variable, pero preocupante.
En 2019, el tiempo de interrupción promedio fue de 3.198 minutos. Esta cifra disminuyó en 2020 a 2.216 minutos, pero volvió a incrementarse en 2021, alcanzando los 6.123 minutos. En 2022, se registraron 3.471 minutos, antes de llegar al alarmante máximo de 2023.
De acuerdo con el analista energético, Ramses Pech, estos resultados evidencian una necesidad urgente de revisar y fortalecer la infraestructura de transmisión eléctrica del país.
“El impacto de estas interrupciones no solo afecta a los usuarios domésticos, sino también a la industria y al comercio, influyendo negativamente en la productividad y la economía en general. Por tanto, la mejora en la gestión de la Red Nacional de Transmisión debe ser una prioridad en la agenda energética nacional”, indicó.
Se suma lo ocurrido en la segunda semana de mayo de 2024, en donde ya se registraron apagones en diferentes partes del país por la saturación en el sistema eléctrico.
Entre las razones se observa que se registró una demanda superior a la que ofrece la infraestructura actual y se suma que hay problemas en el margen de reserva operativa del país.
¿Por qué se declara Estado Operativo de Emergencia?
La normatividad establece que el Sistema Eléctrico Nacional debe operar con una base de 6% de reservas, por lo que si se registran niveles más bajos, se debe declarar Estado Operativo de Emergencia. Las reservas operativas del sistema descendieron a menos del 3%.
Ante esta situación, organismos como la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) señalaron que el país tiene que reformular su estrategia actual de inversión energética para detener los apagones, esto dejando de cerrarle las puertas al sector privado y abrir la inversión pública en líneas de transmisión.
Por su parte, la presidenta del Colegio de Economistas de Aguascalientes, señaló que a partir de un análisis de los apagones de este 2024, se identificó que el Bajío y el norte del país son las regiones más afectadas.
La situación empeora, señala la analista, por el nearshoring. En esto coincide la agencia Moody´s, que hace unos días publicó un reporte sobre las preocupaciones que tiene el próximo gobierno federal en materia energética.
A la fecha, detalla la agencia, México está en camino de incumplir sus objetivos de energía limpia, y los cortes de energía se han vuelto más frecuentes.
“La matriz de generación de México está significativamente rezagada en cuanto a la penetración de energía renovable en comparación con otros países latinoamericanos, como Brasil, Colombia y Chile”, se lee en el análisis.
Para tener más oportunidades de nearshoring, la próxima administración deberá establecer una estrategia clara de transición energética con el fin de proporcionarles suficiente capacidad y transmisión a los residentes y clientes industriales.
¿Qué es una línea de transmisión?
De acuerdo con el Sistema de Información Energética, Línea de transmisión es un conductor físico en el que se transporta energía eléctrica, a niveles de tensión alto y medio.
Son esenciales para la infraestructura eléctrica de un país, ya que conectan las plantas generadoras con las subestaciones, ahí la electricidad es transformada a niveles de tensión más bajos antes de ser distribuida a los consumidores finales.
Sin líneas de transmisión no puede ser transportada la energía.
La CFE utiliza el indicador SAIDI para medir en minutos el tiempo que los usuarios del servicio de energía eléctrica no cuentan con el servicio por causas atribuibles al transportista.
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