Los empresarios mexicanos como Carlos Slim podrán aprovechar el triunfo y regreso de Luis Inácio Lula da Silva a la presidencia de Brasil, pues al existir cierta simpatía con el mandatario Andrés Manuel López Obrador, las compañías de sectores como telecomunicaciones y consumo se podrían beneficiar con una mayor presencia en el país sudamericano. 

Actualmente, el magnate mexicano está presente en Brasil a través de su compañía insignia que es América Móvil con la marca Claro, con lo que  tiene casi “la mesa puesta” para aprovechar y expandirse en proyectos como el desarrollo del 5G, coincidieron especialistas consultados por EL CEO.

Tiene el dinero y la capacidad de llevar a cabo cualquier proyecto que les pueda ser encargado, es decir, tiene todas las condiciones para competir en cualquier licitación de gobierno

considera Benjamín Álvarez gerente de análisis bursátil de CIBanco.

Al tercer trimestre de este año, América Móvil reportó un total de 86.6 millones de suscriptores en Brasil, un aumento de 25.2% respecto al mismo periodo del año anterior. 

Brasil representó 19.4% de los ingresos totales de América Móvil con 41,635 millones de pesos (10,803 millones de reales) en el tercer trimestre de este año, de acuerdo con su reporte financiero enviado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).

Mientras que México aportó 76,215 mdp, el 35.53% del total que fue 214,466 mdp. En ambos mercados ofrece los servicios de telefonía móvil y fija.

Reporte América Móvil 3T22

Brasil aportó más de la mitad de sus clientes nuevos de postpago o plan del 1.9 millones que agregó en el tercer trimestre, destacó la propia empresa en su reporte.

Brasil lideró el crecimiento de los ingresos por servicios móviles con 22.5% —que incluye el impacto de la incorporación de parte de los clientes móviles de Oi—, seguido por México y Europa del Este, con 9.7% y 6.9%

destacó la compañía.

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Subsidios también dan buenas señales a Coca-Cola y Bimbo 

Si el mandatario brasileño mantiene sus políticas proinversión y programas sociales en los que entrega dinero en efectivo de manera directa a las personas, esto beneficiará el consumo y por tanto, las ventas y utilidades de empresas nacionales con presencia en Brasil.

Entre las empresas se encuentran Coca-Cola Femsa y Bimbo  las cuales, al igual que AMX, cotizan en el Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la BMV.

Lula sabe que para sacar adelante al país y llevar a cabo sus políticas de justicia social necesita a los empresarios, no se va a pelear con ellos.  Les va ir bien en general. Las cosas van a funcionar bien para los empresarios

estimó Benjamín Álvarez de CIBanco.

Brasil es el cuarto país con mayor presencia de empresas mexicanas con 31, de acuerdo con el ranking de Las 100 empresas mexicanas más globales elaborado por Expansión. El primer país es Estados Unidos (72), seguido de Colombia (34) y Guatemala (32).

Su primera ventaja es que ya lograron entrar y posicionarse entre los consumidores brasileños, en un mercado al que no es sencillo penetrar, luego de aprender que la vía a Brasil es mediante compras o asociaciones con las firmas locales.

Corrupción, el lastre de Lula que podría opacar inversiones 

Lula da Silva gobernó durante dos periodos, entre 2003 y 2010, y tuvo tiempo para demostrar que era receptivo al abrir o dar facilidades para las empresas; sin embargo, la corrupción podría ser un tema que opaque esta flexibilidad. 

Todo mundo tiene la idea de que con Lula vamos a regresar a los años buenos y todo va a ser bueno; Lula es una especie de ‘salvador’, pero de un corrupto, al grado que ya fue juzgado y sentenciado

advirtió Amin Vera, director de inversiones de Inversión en Valores de Latinoamérica (INVALA).

En 2010 pasó la estafeta a Dilma Rousseff, también del Partido de los Trabajadores (PT), quien fue destituida por el Senado en 2016, mientras que Lula fue investigado, imputado y condenado por corrupción derivado de la Operación Lava Jato, que le cerró la posibilidad de buscar otra vez la presidencia en la elección de 2018, la cual ganó Jair Bolsonaro.

La Operación Lava Jato fue una investigación sobre el pago de sobornos que involucró a la petrolera estatal Petrobras y la constructora Odebrecht.

Lula fue imputado en 2016 por corrupción y blanqueo de dinero, declarado culpable en 2017, enviado a prisión en 2018 y condenado a ocho años por el delito de corrupción. Tras 19 meses en prisión, Lula fue liberado en noviembre de 2019 y en 2021 la Corte Suprema de ese país anuló sus condenas y ordenó reabrir los juicios.

AMLO felicita a Lula tras triunfo presidencial 

El 1 de diciembre de 2018, en México y con Lula aún en prisión, Andrés Manuel López Obrador tomó protesta como presidente y en su discurso ante los legisladores dejó claro que una de sus prioridades era acabar con la corrupción.

Si me piden que exprese en una frase el plan del nuevo gobierno, respondo acabar con la corrupción y con la impunidad.

En octubre pasado, con Lula en la presidencia y las acusaciones de corrupción en su contra ya anuladas, López Obrador se apresuró a felicitar al brasileño.