La renegociación de los contratos de gasoductos por parte de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) representará para la empresa estatal un ahorro de 3,741 millones de dólares a lo largo de 25 años, cifra que podría subir a 4,500 millones una vez que se culminen las negociaciones con Fermaca.

Sin embargo, esta cifra representa apenas cuatro años de pensiones de la compañía, y los ahorros percibidos por esta administración dependen de cifras que por ahora no son públicas.

Si lo pones un poco en perspectiva, los 4,500 millones de dólares tal vez no son una cifra tan importante: equivalen aproximadamente al 19% del presupuesto anual de CFE. No es un ahorro despreciable, incluso supera el gasto capital de CFE en 144%, pero no deja de ser una cifra que no va a salvar realmente a la compañía

Alejandro Limón, Investigador, CIEP

Cada año, la empresa productiva del estado paga alrededor de 21,312 millones de pesos por concepto de pensiones; alrededor de 1,065.6 millones de dólares, por lo que los 4,500 millones cubren sólo 4.22 años de este gasto.

En la conferencia de prensa, Manuel Bartlett, director general de CFE, dijo que los ahorros se traducirían en inversión para generación, sin embargo, no ahondó en las cantidades que su gestión ejecutará en este respecto como consecuencia de las negociaciones.

El presupuesto 2019 de CFE no desglosa el monto destinado al pago de cuotas por el uso de gasoductos, sino que lo engloba en el concepto de “distribución”, el cual asciende a 33,856 millones de pesos. Debido a esto, es imposible estimar el ahorro total del que se beneficiará la actual administración, pues las cifras podrían incluso reflejar un balance negativo para los próximos cinco años.

Durante un congreso a principios de este año, Oliver Flores, titular de la Unidad de Electricidad de la Comisión Reguladora de Energía, reveló que la cancelación de las líneas de Baja California y el Istmo se habían traducido en la detención de inversiones por 3,300 millones de dólares. Dependiendo del balance que consiga la gestión de Bartlett, estas obras podrían no echarse a andar durante este sexenio.

Un consultor independiente que solicitó el anonimato dijo a EL CEO que el ahorro de 3,741 millones es un logro para el Gobierno siempre y cuando todos los demás elementos se mantengan constantes. Sin embargo aclaró que la opacidad que rodea a la tasa de interés utilizada (elemento que Carlos Slim mencionó como un empuje para la negociación) impide realizar un balance completo de las nuevas condiciones.

Miguel Santiago Reyes Hernández, director de CFE Energía, explicó que los ahorros representan entre un 19 y un 38% en cada contrato, dependiendo del kilometraje del ducto, el volumen de su capacidad y la inversión de la empresa propietaria. El ahorro promedio es de 28%.

Los descuentos, explicó Reyes Hernández, se dieron para tener tarifas competitivas con otras partes del mundo, sobre todo Norteamérica, además de que se realizaron modificaciones a los plazos y los volúmenes operativos para conseguir mejores precios.

La inclusión de estos dos elementos agrega otra complicación al cálculo del impacto, pues no se ha hecho público qué ductos sufrirán estas modificaciones ni a cuánto ascenderán.

Es posible también que las negociaciones no alcancen los 4,500 millones mencionados por la administración, pues Fermaca no ha aceptado las ofertas del Gobierno hasta ahora, por lo que el eventual acuerdo podría darse en condiciones menos favorables para CFE y, por tanto, reducir el ahorro.

Los (posibles) 4,500 millones de dólares sí representa un logro para la Comisión en el escenario público, pues a principios del mes pasado solicitó a cinco de las empresas operadoras de los gasoductos un reembolso por 3,000 millones de dólares.

Durante su intervención, Carlos Slim, presidente de Grupo Carso, dijo que las negociaciones originales no se habían visto influenciadas por corrupción, y explicó que ambas partes ganan con los nuevos estatutos.

Los ahorros están considerados a valor nominal, no a valor presente. Con las tasas de interés bajas que hay sí conviene (al gobierno) hacer pagos actuales(…) además, la empresa puede negociar mejores contratos con los bancos porque tenemos un mayor flujo

Carlos Slim Helú, presidente, Grupo Carso

El valor presente, junto con algunos factores externos, también modificarán el impacto total de los nuevos acuerdo: “a grandes rasgos hay muchas variables de por medio, empezando por el precio (del gas natural). Además de la relación oferta-demanda, porque si tienes polos desatendidos el precio puede subir. Se trata de un asunto de política pública que tendría que ser coordinado por Sener. El ahorro está sujeto a variables exógenas e impredecibles”, dijo Limón.

La victoria más grande, considera Pablo Zárate, managing director de FPI Consulting, es la oportunidad de volver a dar certidumbre a inversionistas nacionales y extranjeros interesados en invertir en México.

Es importante que el Gobierno pueda inyectar confianza en los próximos meses sobre cómo ocurrió el proceso y por qué garantiza que realmente sea un esquema de ganar-ganar para el Estado y los privados. La parte fundamental es que se atiendan las preocupaciones que se han generado sobre si esto podría volverse un modus operandi para el gobierno mexicano. De lo contrario las señales para los inversionistas podrían no ser positivas a pesar de que este proceso llegue a buen puerto.

Pablo Zárate, managing director de FPI Consulting