La Agencia Federal de Aviación Civil de México (AFAC) recibió un aumento en su presupuesto cercano al 40% y sumará a 180 nuevos inspectores, luego de que la rebaja que emitió Estados Unidos en cuanto a su calificación de seguridad se debió en parte a los recortes de gastos, de acuerdo con Bloomberg.

El aumento de aproximadamente 150 millones de pesos también se destinará a aumentos salariales y la capacitación del personal en inglés, según dijo Carlos Antonio Rodríguez, director de la AFAC. La Administración Federal de Aviación estadounidense (FAA, por sus siglas en inglés) encontró deficiencias en ambas áreas, según el directivo.

La degradación a Categoría 2 sorprendió al país, que estimaba tener el 97% de los requisitos de la FAA, incluidos los cambios en la ley aeronáutica, dijo Rodríguez. El órgano estadounidense aún no se ha reunido con sus contrapartes mexicanos, pero las autoridades nacionales ya preparan una reunión.

La rebaja a la categoría más baja de seguridad de la FAA “nos sorprendió mucho porque nosotros asumíamos que ya habíamos cumplido casi en la totalidad de las acciones que debíamos de tomar”, comentó Rodríguez.

De esta manera, la decisión de la Administración Federal opacó a México, que se ha caracterizado por ser un destino extranjero predilecto para los estadounidenses. El recorte a la calificación no afecta los vuelos en aerolíneas mexicanas existentes entre ambas naciones, pero impide agregar nuevos. También podría implicar que Delta Air Lines no venda boletos en vuelos de Aeroméxico e impactaría un acuerdo de cooperación similar entre Volaris y Frontier Airlines.

Las autoridades estadounidenses consideran que dieron a su homólogo mexicano todos los detalles sobre los problemas que debían resolver así como apoyo y experiencia a México, dijo una persona cercana al tema.

Rodríguez reconoció fallas pasadas sobre seguridad, incluidas algunas tripulaciones que tenían niveles peligrosamente bajos de inglés, y que México no había implementado adecuadamente un sistema para informar fallas mecánicas a los fabricantes de aviones.

Se han llegado a tener incidentes en los cuales se han puesto en riesgo la seguridad por una falta de comprensión adecuada del idioma

comentó.

Añadió que espera el país pueda resolver el problema en un mes, al detallar sus esfuerzos por abordar las quejas de la FAA. Sin embargo, el periodo se prolongaría de dos a tres meses si las autoridades nacionales esperan a que se completen las capacitaciones.

El gobierno mexicano ha recortado el presupuesto para la AFAC en la última década, pero se agravó desde el 2018, cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador asumió su puesto. Los recortes dificultan retener el personal y mantener los estándares de capacitación. El director espera conservar el recién aumento presupuestario hasta 2022.

“Hay mucha gente que renuncia y obtiene otro empleo mejor remunerado. Con presupuesto reducido es difícil tener la capacitación adecuada con la frecuencia que se debe”, dijo Rodríguez.

Una situación similar ocurrió en 2010, cuando por falta de personal la FAA decidió rebajar la seguridad aérea de México, pero el país la recuperó unos meses después ese mismo año, pues pudo contratar de forma rápida más inspectores.

Con la decisión, México se suma a otros ocho países que la FAA identifica en “Categoría 2” por no contar con los estándares internacionales de seguridad, entre ellos Bangladesh, Pakistán, Venezuela y Tailandia.