Aeromar podría ser una opción para hacer realidad la llamada Aerolínea del Bienestar promovida por el presidente Andrés Manuel López Obrador, aunque el camino aún es incierto.
Pablo Casas Lías, director del Instituto Nacional De Investigaciones Jurídicas Aeronáuticas, explicó que a diferencia de Mexicana —cuyos bienes están en litigio— y de Interjet —que se mantiene en tierra desde diciembre de 2020— Aeromar tiene la ventaja de seguir operando.
Mexicana e Interjet están muertas, mientras Aeromar está operativamente activa, que sería el plus que tendría, porque si bien es cierto que tiene problemas económicos está operativamente vigente
afirmó.
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Recientemente la aerolínea confirmó que realizará operaciones desde el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) y que están a la espera de un crédito por 75 millones de dólares que solicitaron a Nafin-Bancomext.
José Suárez Valdez, secretario de prensa de la Asociación Sindical de Pilotos de México (ASPA) dijo a EL CEO que el financiamiento no sería absorbido por el gobierno, sino en su totalidad por el grupo inversionista.
ASPA considera que por su enfoque en vuelos regionales, Aeromar encaja con el plan Nacional de Desarrollo y puede favorecer la conectividad entre la Ciudad de México y zonas como el sureste mexicano y la Huasteca Potosina.
Tiene la infraestructura, los permisos de operación, aparte de que van muy adelantados en el tema de operar en el aeropuerto de Santa Lucía e incluso podría llevarse gran parte de su operación o el total de su operación a aquel aeropuerto
mencionó Suárez.
¿Gobierno salvando a empresas?
El pasado octubre, el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó la disposición del gobierno para que la aerolínea superara sus dificultades y sugirió una cooperativa con la participación de inversionistas, empresarios y trabajadores, algo que también planteó para Mexicana.
“Nosotros buscaríamos la forma de ayudar, por ejemplo, en hacer calendarios de pagos de la deuda, que les permitieran salir adelante, siempre y cuando estén los trabajadores”, dijo en su conferencia de prensa matutina.
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Sin embargo, para Fernando Gómez Suárez, analista independiente del sector aéreo, la intervención por parte del gobierno iría en contra de su postura de no rescatar empresas privadas.
Sería como subsidiar con recursos públicos a una empresa privada y si lo hacen así, tendría que haber igualdad de condiciones para las demás empresas, no solo del sector aéreo, sino de cualquier otro sector
expresó.
Espacio para otra aerolínea
Otra alternativa para poner en marcha la aerolínea del Bienestar sería crearla desde cero, lo que levanta interrogantes sobre quiénes aportarán los recursos y si es el momento para lanzarla.
Surgiría en un entorno complicado de altos precios en los combustibles, altos precios en los aeropuertos, la competencia entre aerolíneas no obstante la salida de Interjet, es un mercado que se reacomoda de acuerdo a la competencia, y algunas aerolíneas están ofreciendo tarifas muy bajas
apuntó Suárez.
El especialista mencionó que en algunas de las rutas más rentables, como Cancún o Tijuana, hay mucha competencia, pero consideró que una nueva aerolínea podría hacerse de un lugar con un enfoque en nuevas rutas, por lo que todo dependería de su estrategia.
“Hay mercado, sobre todo porque no hay rutas que estén cubriendo todas las aerolíneas, si le entra explorando nuevas rutas podría funcionar, pero también habría que ver cómo funcionan esas rutas regionales”, dijo.
Uno de los nombres que surgió para el financiamiento de esta nueva aerolínea es el de Salvador Álvarez, director general de Altán Redes, empresa que actualmente atraviesa un concurso mercantil, pues cuando se planteó esta idea de la aerolínea, el empresario estuvo presente.