El Salón Internacional de la Aeronáutica y el Espacio de París regresó tras cuatro años luego de la interrupción registrada a causa de la pandemia de COVID-19, con una demanda de aviones y misiles.
La francesa Thales, una compañía dedicada al desarrollo de sistemas de información y servicios para los mercados aeroespacial, de defensa y seguridad, anunció un contrato con Indonesia para la transacción de 13 radares de vigilancia aérea de largo alcance.
Asimismo, dentro de las negociaciones se contempla un anuncio por parte de la aerolínea india IndiGo, en el cual se dio a conocer un pedido de 500 aeronaves de la familia A320 al fabricante Airbus.
Today we have set another truly momentous and very exciting step in the journey of IndiGo as we placed a firm order for 500 Airbus of the A320 Family. This is the largest-ever single aircraft purchase by any airline with @Airbus. #goIndiGo pic.twitter.com/8ix3TSivIT
— IndiGo (@IndiGo6E) June 19, 2023
La compañía dedicada a la venta de aviones también logró negociar con Qantas, quien ejercerá la opción para hacerse de nueve A220 más.
Airbus también está en negociaciones con la aerolínea mexicana de bajo costo Viva Aerobus para concretar un pedido de más de 100 aviones, aunque algunas fuentes indicaron que el trato estaría más cercano a las 60 aeronaves.
La aerolínea mexicana ha sido durante mucho tiempo un campo de batalla feroz entre Boeing y Airbus.
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Aumento en la demanda
De acuerdo con los ejecutivos del sector, la industria cuenta con hasta 2,000 pedidos de aviones en todo el mundo en un mercado comercial que está resurgiendo luego de las problemáticas registradas tras el descenso provocado por la pandemia.
Los fabricantes de aviones ya contemplaban un fuerte apetito de las aerolíneas en la búsqueda de satisfacer la demanda y ayudar a la industria a alcanzar los objetivos de cero emisiones netas para 2050.
Sin embargo, esa fuerte demanda trae consigo un desafío, y es que los proveedores están en una lucha con los crecientes costos, la escasez de piezas y de mano de obra.
El evento aéreo se lleva a cabo en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania, sin presencia del Kremlin en los chalets y salas de exhibición, situación muy distinta a la del último evento hace cuatro años.
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Con información de Reuters
