El coronavirus extiende su impacto en el sector aéreo: este jueves la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés) advirtió que las aerolíneas podrían perder hasta 113,000 millones de dólares en ingresos en 2020 debido al impacto del coronavirus.

La contracción equivale a un desplome de entre 11% y 19% comparado con la previsión de ingresos de la industria para 2020 realizada en diciembre.

La asociación dio a conocer sus nuevas estimaciones tan solo dos semanas después de informar que las cancelaciones de vuelos le costarían a la industria alrededor de 30,000 millones de dólares de ingresos, lo que representaría su primera caída desde la crisis financiera de 2008.

“El giro de los acontecimientos como resultado de la COVID-19 es casi sin precedentes (…) en apenas dos meses, las perspectivas de la industria en la mayor parte del mundo se han vuelto peores”, dijo el titular de la IATA, Alexandre de Juniac.

Aerolíneas de todo el mundo han reducido vuelos y precios desde enero, además de recortar sus pronósticos de ganancias anuales mientras el virus incrementa el temor de una posible pandemia que podría sumir a la economía mundial en una recesión.

“Hay muchas aerolíneas con márgenes de beneficio relativamente estrechos y mucha deuda, y un impacto como este en su flujo de caja podría poner a muchas en una situación muy difícil”, dijo el economista jefe del organismo, Brian Pearce.

El coronavirus también ha pegado a las acciones del sector aéreo, que ha perdido valor de mercado en lo que va del año.

El índice de aerolíneas del S&P 500 ha caído 26% en lo que va del año, según datos de MarketWatch, en línea con la caída de la demanda de pasajeros debido a medidas más estrictas de los gobiernos para permitir la entrada de turistas.

Las acciones de las estadounidenses American Airlines, Delta Airlines y Southwest Airlines, las aerolíneas más grandes del mundo debido al número de asientos disponibles y la cantidad total de naves que operan durante el año, han perdido 41%, 21% y 16%, respectivamente.

Flybe, la primera víctima

La aerolínea británica Flybe colapsó tras meses de luchar por mantenerse a flote mediante impulsos fiscales que recibió del gobierno de Boris Johnson a partir de enero y la inversión de privados.

Este jueves, Flybe se declaró en quiebra afectada por los estragos del coronavirus. La situación dificultará al primer ministro británico cumplir con su promesa de invertir en conexiones de transporte regional, en medio de la incertidumbre generada por la salida del Reino Unido de la Unión Europea y a medida de que el número de víctimas de la epidemia se aproxima a un centenar en ese país.

“La aerolínea regional independiente más grande de Europa no ha podido superar importantes desafíos de financiamiento para su negocio (…) lo que se agravó por el brote de coronavirus que en los últimos días ha tenido un impacto significativo en la demanda”, señaló Flybe en un comunicado. 

La caída de la aerolínea, que conectaba todos los rincones de Reino Unido con los principales destinos europeos y transportaba 8 millones de pasajeros al año, pone en peligro cerca de 2,400 puestos de trabajo y podría afectar a algunos aeropuertos y dañar a las economías regionales.

El año pasado, un consorcio conformado por Stobart Aviation, Virgin Atlantic y Cyrus Capital invirtió 174 millones de dólares para rescatar a Flybe, de los cuales 30 millones se emplearon para realizar un pago a la tesorería británica durante enero de este año, lapso en el que se agudizó la epidemia.

Con información de Reuters y AFP