Las recientes declaraciones de Estados Unidos sobre las condiciones para la inversión en el mercado energético mexicano afectarán la atracción de futuras inversiones, pero difícilmente modificarán el actuar de una administración que está casada con una idea nacionalista del sector, y que podría continuar con la tendencia, a menos que enfrente represalias concretas.

“Aunque Estados Unidos diga que se están afectando las inversiones, yo no creo que esto sea razón suficiente para que cambie algo en el gobierno”, dijo Elie Villeda, analista del sector.

Incluso las acciones del poder judicial, en forma de decisiones contra las políticas de Sener y Cenace no han sido suficientes para cambiar la estrategia de la administración.

Paul Sánchez, director de Ombudsman Energía México, también resaltó que el ambiente político en Estados Unidos tiene injerencia en la publicación de esta opinión, y destacó que el sector energético en México no había sido una de las prioridades de la administración estadounidense en el pasado.

Sin embargo, advirtió que la postura de Estados Unidos también lo vuelve la fuente más probable de represalias que podrían afectar al mercado mexicano.

Villeda concordó con esta opinión y explicó que el documento resalta que la embajada estadounidense tiene su atención puesta en el problema, y es un indicio de que están dispuestos a proteger las inversiones de las empresas de su país.

“El gobierno mexicano lo debería tomar como una señal de que la relación no es perfecta y hay empresas que están siendo impactadas. Hay una visión de que los cambios que están haciendo en México están beneficiando al estado y, aunque el documento no lo diga abiertamente, sabemos que hay medidas en el tratado de libre comercio para proteger estas inversiones”, señaló el experto.

Las represalias tangibles serían además más efectivas que las presiones diplomáticas, pues el auge de sentimientos nacionalistas alrededor del mundo podrían provocar que éstas sean percibidas como “una interferencia externa en el manejo del sector nacional”, advirtió Villeda.

Estas represalias podrían manifestarse en forma de aranceles y alzas al precio del gas natural utilizado para la generación eléctrica, una de las pocas represalias que los expertos consideraron viables para corregir el rumbo actual del mercado.

La advertencia estadounidense no es la primera para el mercado energético mexicano. El pasado mes de mayo los gobiernos de Canadá y la Unión Europea enviaron una carta a la Secretaria de Energía, Rocío Nahle, en la que externaron su desacuerdo y preocupación por las condiciones a las que se enfrentaban las inversiones de energías renovables en México.

Sánchez advirtió que las opiniones de Estados Unidos, Canadá y Europa no afectan a las inversiones que ya están en México, pero sí podrían afectar la posibilidad de atraer nuevas inversiones en un futuro cercano, incluso después de una sucesión presidencial. Las inversiones ya comprometidas, además, podrían ser acreedoras a pagos por perjuicios.

Para Villeda, el elemento más preocupante es que Presidencia y la Secretaría de Energía parecen estar dispuestas a enfrentar demandas en cortes internacionales las cuales, sin importar si el gobierno las puede ganar o no, no son un buen uso de los impuestos de todos los mexicanos.

“Las finanzas de Pemex y CFE están comprometidas, y también las del Estado. Con una o dos demandas ejerces una presión innecesaria en estas mismas finanzas por culpa de una ideología que no es productiva”, lamentó.