Cerca de 8 de cada 10 directores generales o CEO de las empresas en México (76%) considera que dentro de los próximos tres años se volverá al modelo presencial previo a la pandemia de COVID-19, de acuerdo con una encuesta de la firma KPMG.
En tanto, el 24% de los entrevistados estima que prevalecerá el modelo híbrido y ninguno estima que se mantendrá la forma de trabajo remota.
De manera comparativa, en la medición global 64% de los directores generales prevé que la forma de trabajo será presencial, 27% híbrida y 7% remota (home office).
Víctor Esquivel, socio director general de KPMG México, señaló que el home office motivado por la pandemia dejó aprendizajes que pueden arraigarse en las organizaciones, como la mejora de la eficiencia, mayor balance vida-trabajo, así como mejora de la salud mental y física al no tener que desplazarse de ida y vuelta a la oficina.
“Por otro lado han salido a relucir retos en torno al trabajo remoto que tienen que ver con la integración de nuevos colaboradores, permear una cultura corporativa, permear valores, ética empresarial y propósito (…) Creo que vamos a seguir viendo este juego del trabajo presencial con el remoto en la combinación que más eficiencia genere para las organizaciones”, dijo en conferencia de prensa.
La encuesta titulada Global CEO Outlook 2023 también señala que el 41% de los entrevistados en México piensa que es probable o muy probable que se recompense al personal que se esfuerce por ir a la oficina con asignaciones favorables, aumentos o ascensos, contra el 88% de la media global.
Incertidumbre política, el principal riesgo, estiman los CEO
En la encuesta, el 22% de los directivos también señaló que los riesgos por la incertidumbre política son la principal amenaza para el crecimiento de sus empresas.
Los riesgos regulatorios, así como los ambientales o relacionados con el cambio climático se ubicaron en segundo lugar, con 14% de las respuestas cada uno; seguido por tecnologías emergentes o disruptivas (12%) y los riesgos operativos (6%).
En los resultados globales, la incertidumbre política repitió como la principal amenaza, aunque con un menor porcentaje (18%), seguida por tecnologías emergentes y riesgos operativos (12% cada uno), mientras los riesgos regulatorios y ambientales obtuvieron 9% de las respuestas, cada uno.
De acuerdo con Víctor Esquivel esto se relaciona con la volatilidad por las tensiones comerciales (principalmente entre China y Estados Unidos), los conflictos bélicos (como Rusia-Ucrania o Hamás-Israel) y el tema político-electoral, donde Estados Unidos y México tendrán elecciones presidenciales en 2024.
Si bien esto tiene cierta disociación con la parte económica, las organizaciones tienen que ver cómo las políticas públicas, cómo las plataformas de los candidatos, cómo las propuestas que se estarán presentando, pueden tener un impacto disruptivo en sus operaciones
explicó a medios.
En la encuesta, el 96% de los CEO señaló las tecnologías disruptivas, como la inteligencia artificial o blockchain) como el desafío más apremiantes, mientras 54% nombró las presiones por el costo de vida y 36% las regulaciones más exigentes.
El 70% de los entrevistados en el país señaló que como resultado de los riesgos más apremiantes adaptaron sus estrategias de crecimiento para los siguientes tres años.
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