Aunque las bolsas mexicanas (BMV y BIVA) han resistido más que sus pares en Wall Street el impacto de la volatilidad que experimentan los mercados financieros a nivel global, los desacuerdos comerciales con Estados Unidos y Canadá son un riesgo adicional.
Tanto la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) como la Bolsa Institucional de Valores (BIVA) están cerca de entrar a mercado bajista o bear market, es decir una caída de al menos 20% respecto a su nivel récord, y el pleito bajo las reglas del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) puede encaminar a dicho escenario.
De acuerdo con Benjamín Álvarez, analista bursátil en CIBanco, el incumplimiento de los principios en materia energética establecidos en el T-MEC abriría la puerta a una ola de ventas en el mercado local.
Se están generando tensiones por el T-MEC, eso es un factor de riesgo alto (para el mercado). Si se llega a materializar el desentendimiento que tienen los gobiernos sí veríamos un impacto negativo por el lado de riesgo país
dijo en entrevista.
Estados Unidos y Canadá acusaron a México de incumplir con las reglas del Tratado, por lo que acudieron al Capítulo 31 de Solución de controversias para aclarar las inconformidades dentro del sector energético, una disputa que supone un freno al desarrollo económico y la creación de empleos.
Las dos bolsas de valores del país marcaron los últimos máximos históricos el 1 de abril. Desde entonces, la BMV registra un retroceso de 16.6%, y BIVA, de 16%, es decir que se encuentran a 3.4% y 4%, respectivamente, del bear market.
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Bolsas de México resisten más que Wall Street
Si bien las bolsas mexicanas comenzaron el año en números verdes, durante los últimos meses fueron castigadas por la adopción de políticas monetarias más restrictivas de los bancos centrales, los altos niveles de inflación y la desaceleración del crecimiento económico por el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Aun así, las caídas son menos profundas que las observadas en Wall Street, donde las valuaciones —principalmente de empresas tecnológicas— alcanzaron precios muy elevados por el auge que tuvieron a raíz del inicio de la pandemia de COVID-19.
El mercado mexicano ha tenido caídas fuertes, por bloques; sin embargo, ha resistido más respecto al mercado de Nueva York porque se mantiene como activo de refugio para fondos de inversión e inversionistas extranjeros
explicó Julián Fernández, jefe de análisis financiero en Bursamétrica.
El índice tecnológico Nasdaq Composite ha retrocedido 26.6% respecto a su pico y se ubica en mercado bajista. El S&P 500 también cayó a bear market por algunos días a partir de junio, y el Promedio Industrial Dow Jones ha perdido 13% desde su máximo.
Los analistas coinciden en que, a pesar de que en Estados Unidos se considera el periodo de mercado bajista como la antesala de una recesión, no sucede lo mismo para México debido a que el universo de compañías listadas es mucho más pequeño.
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Empeoran perspectivas, pero empresas sorprenden con reportes
Un posible amortiguador de la caída del mercado mexicano serán los resultados financieros de las empresas; hasta ahora el grueso de emisoras del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) presentaron reportes correspondientes al segundo trimestre del año que sorprendieron.
Las empresas han superado las expectativas con reportes neutrales. Eso nos da cierto piso de pensar que por lo menos del lado de los reportes financieros no se tendrían más presiones
mencionó Álvarez.
Sin embargo, las expectativas para el cierre de año del IPC empeoraron, según la encuesta de sentimiento de mercado correspondiente a julio realizada por la Asociación Mexicana de Instituciones Bursátiles (AMIB).
La media de analistas bursátiles consultados por la AMIB proyecta que el IPC cerrará el año en 55,683 puntos, una disminución respecto a las 57,074 unidades que se esperaban un mes antes.
De los 19 participantes, seis recortaron sus expectativas para el IPC, mientras que tres hicieron lo propio para el FTSE BIVA. Hacia los próximos meses, estos recortes en las expectativas de las bolsas estarán bajo la lupa de los inversionistas a la espera de cómo van las negociaciones del conflicto entre los países norteamericanos.
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