En lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), 15 empresas han solicitado su desliste de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), de las cuales seis ya dejaron de cotizar en la BMV y el resto apenas lo iniciaron, como es el caso de Grupo Sanborns.
Mientras más empresas salen, también persiste una sequía de debuts en la BMV que se ha alargado por casi cinco años, aunada a la falta de incentivos fiscales y los efectos secundarios que dejó el COVID-19.
El mercado mexicano no se puede desprender del contexto económico tan complejo en el mundo. Las presiones inflacionarias y la política monetaria permean a nivel global. Tiene que haber incentivos fiscales competitivos para las empresas y para los inversionistas
dijo Armando Rodríguez, director general de Signum Research.
A su parecer, el gran problema del mercado local está relacionado con su estructura al no tener la profundidad que debería considerando el tamaño de la economía y de la población, incluso si se compara con mercados accionarios de otros países emergentes.
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Faltan inversionistas en México
Una de las principales razones por las que las empresas deciden dejar de cotizar es por la falta de inversionistas en México. Debido a ello, casi todas las emisoras de la BMV son poco bursátiles, es decir que no son tan operadas.
Cada empresa que ha salido ha tenido sus razones para salir. Si bien hay factores comunes, también han tenido peculiaridades. La mayoría de empresas que han salido es porque tenían valuaciones muy bajas, el mercado no reconocía el valor de las operaciones y de los buenos resultados
mencionó Carlos Gómez, analista de Intercam.
Explicó que el mercado local es dominado por inversionistas institucionales, entre los que se encuentran las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) y fondos de inversión nacionales y extranjeros. En tanto, menos de 3% de la población mexicana invierte en bolsa.
Es así que en la actualidad América Móvil, Walmex, Banorte, Grupo México y Femsa, que forman parte del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) concentran el 54% del mercado local, mientras que el resto se distribuye entre las otras 131 empresas de la BMV.
Un común denominador de las compañías con mayor ponderación en México es que tienen una estructura familiar para mantener el control, por lo que el número de acciones en circulación disponibles para el público inversionista es limitado.
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Las que ya salieron
De las 15 emisoras que solicitaron el proceso de desliste, seis ya dejaron de cotizar en la BMV.
La primera de ellas fue la entidad financiera Citigroup en junio de 2019, aunque la matriz de Banamex se listó después en el Sistema Internacional de Cotizaciones (SIC). En octubre del mismo año, Rassini abandonó la bolsa en momentos complicados para la venta de automóviles.
Entre 2020 y 2022 salieron de la BMV IEnova tras una Oferta Pública de Adquisición lanzada por Sempra Energy, así como Bio Pappel, General de Seguros y Maxcom Telecomunicaciones.
Las que están en proceso
Los deslistes de Ingeal, Himexsa y Farmacias Benavides se han alargado por varios años, aunque solo la cadena de farmacias sigue cotizando, pues las acciones de las otras dos empresas están suspendidas en medio de problemas financieros.
El éxodo se intensificó desde el año pasado y actualmente sigue en proceso la salida de Lala, Elementia y Fortaleza, estas dos últimas empresas de Carlos Slim. Bachoco, Aeroméxico y Sanborns iniciaron con los trámites en el transcurso de este año.
A principios de 2021, Banco Santander también anunció la intención de sacar a su filial mexicana del mercado, pero finalmente decidió mantenerla.
Las que analizan salir
De cara al final del sexenio de AMLO el panorama no luce alentador: Pochteca, Chedraui, Herdez, Grupo Posadas e ICA son otros nombres que analizan cancelar el registro de sus acciones.
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Las empresas ya han informado a los inversionistas que no encuentran más razones para seguir listadas, aunque no han iniciado los trámites con las autoridades correspondientes.
Por esta razón, las autoridades, las dos bolsas de valores y las casas de bolsa deben trabajar para evitar que el mercado accionario local se achique aún más, y mejorar sus esfuerzos por promover la cultura financiera y la participación de la población en la bolsa.
Es un tema sectorial va todo relacionado y no es responsabilidad de un solo agente. Debe haber una colaboración mutua entre autoridades, intermediarios y los mismos bancos porque muchos tienen casas de bolsa
concluyó Rodríguez.