A medida que avanza la invasión de Rusia a Ucrania y aumentan las sanciones económicas occidentales contra el régimen de Vladimir Putin, muchos observadores se muestran preocupados por el posible uso de criptomonedas por Moscú para eludirlas.
Los volúmenes de compra de criptomonedas en rublos en Rusia están en máximos históricos y el precio del bitcoin se ha disparado en los últimos días (15% desde el domingo hasta casi 44,000 dólares), impulsados por la idea de que la crisis ucraniana está demostrando la utilidad de una divisa descentralizada y no controlada por un gobierno.
¿Por qué se ve Rusia tentado por las criptomonedas?
Para presionar a Rusia, sus instituciones bancarias y financieras han sido excluidas del sistema interbancario internacional Swift y tanto la Unión Europea como Estados Unidos anunciaron el bloqueo de los activos del banco central ruso, por lo que el uso de criptomonedas aumenta.
Como consecuencia, el rublo se desplomó (-27% desde principios de 2022) y se cambia a más de 100 rublos por dólar, un nivel sin precedentes.
Las criptomonedas como el bitcoin, en cambio, funcionan mediante una red descentralizada: ninguna entidad central puede ser sancionada e impedir el acceso de los usuarios.
Como resultado, los rusos recurrieron al bitcoin, con un volumen récord de compras en rublos, según el gabinete Kaiko.
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El Tether como salvavidas en Rusia
Otra criptomoneda que está cobrando impulso en Rusia es Tether, que es una “stablecoin”, es decir que está emitida por una empresa privada que garantiza la posesión de activos equivalentes a su emisión para asegurar que un Tether vale un dólar.
Las “stablecoins”, muy criticadas por los reguladores occidentales, son populares en países donde la moneda local sufre una fuerte devaluación.
Para evaluar si las compras rusas proceden de unas pocas cuentas especialmente ricas o de un segmento más amplio de la población, Kaiko examina el importe medio de las transacciones.
Hemos podido observar que la transacción promedio en Tether ha aumentado pero sigue siendo relativamente baja, lo que muestra un interés compartido entre los inversores institucionales y los pequeños compradores
explicó a la AFP Clara Medalie, jefa de investigación de Kaiko.
¿Las criptomonedas son una solución contra las sanciones?
Los gobiernos pueden pedir a las plataformas que restrinjan el acceso a determinados usuarios, como ha hecho recientemente Ucrania con respecto a las cuentas rusas, y como están considerando imponer las autoridades estadounidenses.
El gabinete Chainalysis dice ser “optimista en cuanto a que la industria de las criptomonedas podrá contrarrestar las acciones rusas para utilizarlas como medio de evadir las sanciones” y señala que el análisis de las cadenas de bloques, los registros que validan todas las transacciones de criptomonedas, también permite a los gobiernos occidentales identificar posibles violaciones.
Países como Corea del Norte e Irán han utilizado las criptomonedas para resistir a las sanciones económicas: el primero mediante ataques informáticos que le han hecho ganar miles de millones de dólares; el segundo utilizando su energía de bajo coste para “minar” -o fabricar- bitcoins, indica Caroline Malcolm de Chainalysis.
Un uso directo de las criptomonedas, por ejemplo para vender trigo, petróleo o gas, de los que Rusia es un gran exportador, es poco probable: aunque el mercado de criptomonedas se ha disparado, los volúmenes siguen siendo insuficientes, considera un corredor de bitcoins que trabaja en el sector de las materias primas.
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¿Qué efecto tiene la guerra en el mercado de las criptomonedas?
Desde el lunes, el precio del bitcoin se ha disparado, lo que ha llevado a algunos entusiastas de las criptomonedas a considerar la crisis ucraniana como una prueba de su utilidad.
El papel de las criptomonedas no se limita al bando ruso: en Ucrania, el gobierno abrió el sábado direcciones para recibir donaciones y recibió más de 17,1 millones de dólares, según la firma de análisis Elliptic.
“No elegimos cuándo ni cómo nuestra pequeña industria se convirtió en algo geopolíticamente crucial, pero estamos ahí”, aventuró en Twitter Nic Carter, socio del fondo especializado Castle Island.
La disparada del bitcoin no se debe sólo a las compras rusas, ya que “es un mercado pequeño sin mucha influencia”, advierte Medalie.
A los rusos les merece la pena asumir el riesgo de las criptomonedas” pero “las autoridades occidentales pueden no tolerar esta interferencia del bitcóin, lo que aumenta el riesgo de una regulación más estricta
y podría pesar sobre su precio en el futuro, advierte Ipek Ozkardeskaya, analista de mercado de SwissQuote.
Con información de AFP.