En México operar con instrumentos financieros derivados –un negocio complejo y altamente riesgoso– depende de un solo requisito: obtener la certificación de RiskMathics Financial Institute, academia avalada por los reguladores financieros del país y promovida por la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Desde el 2012, la empresa creada por Allan Barush González Pedroza y Rodolfo Liaño Gabilondo –que hicieron carrera en la BMV– es la única entidad autorizada para certificar a personal de las administradoras de fondos para el retiro (afores) que operan con instrumentos derivados, vehículos donde se invierte una parte de las pensiones de más de 70 millones de trabajadores.
Pero la actuación de RiskMathics ha estado envuelta en la opacidad desde su origen: sus dueños constantemente crean –o “desaparecen”– razones sociales, incumplen con el pago de impuestos ante el Servicio de Administración Tributaria (SAT), se les señala de certificar a conveniencia de ciertos clientes y, además, enfrentan procesos judiciales.
A la par, González Pedroza y Liaño Gabilondo tejen relaciones con un grupo de economistas egresados del Instituto Tecnológico de México (ITAM), que les permiten mantener una gran influencia en el mercado de valores del país.
Los derivados financieros son instrumentos utilizados por las empresas para cubrirse de agresivas fluctuaciones del mercado, pero también se pueden emplear con fines especulativos, por lo que sin adecuada regulación y supervisión se les considera instrumentos de alto riesgo.
El mal uso de los derivados provocó, entre otras cosas, la crisis financiera global de 2008.
EL CEO tuvo acceso a un total de 282 contratos que firmó RiskMathics (así como otras empresas ligadas a González Pedroza y Liaño Gabilondo) con afores, instituciones gubernamentales, casas de bolsa y otras entidades financieras. Los documentos permiten concluir que el uso de los instrumentos derivados en México depende de una “academia” con múltiples cuestionamientos.
RiskMathics, origen y opacidad
Según su página web, RiskMathics Financial Institute es un empresa “líder en capacitación financiera” constituida en 2005, cuyas operaciones se concentran en México, pero también alcanzan a otros países como Estados Unidos, Panamá, Costa Rica, Colombia, China e India.
Entre sus servicios ofrece –además de exámenes de certificación– capacitación en trading, blockchain, manejo de portafolios de inversión, cursos para el uso de activos financieros como certificados de desarrollo de capital (CKDs), fideicomisos de inversión en bienes raíces (fibras), entre otros instrumentos.
El origen de este monopolio certificador se remonta a los tiempos en que el actual CEO de la BMV, Jorge Alegría Formoso, se desempeñó como director del Mercado de Derivados (MexDer), una división del Grupo Bolsa Mexicana de Valores. En esos años, Allan Barush ocupó puestos gerenciales en el MexDer (entre 2002 y 2007), bajo las órdenes de su ahora socio Rodolfo Liaño Gabilondo.
Red de empresas
Desde su constitución, las empresas vinculadas con la marca RiskMathics –algunas de las cuales desaparecieron hace poco del registro de la Secretaría de Economía– acumulan señalamientos por parte de la autoridad fiscal.
EL CEO obtuvo diversas actas constitutivas y comprobó que la empresa nació oficialmente en 2005 con el nombre RiskMathics, S.C., razón social que ya no aparece en el Registro Público de Comercio (RPC).
A la par, Barush y Liaño crearon otra empresa con el nombre de RiskMathics Financial Innovation, S.C., que en un inicio recibió inversión de la BMV a través del SIF-ICAP, subsidiaria dedicada a los servicios de corretaje. No obstante, esta sociedad tampoco puede ser encontrada en el RPC.
En 2012, dicha empresa obtuvo el aval de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) como certificador único del personal de las afores en materia de instrumentos derivados.
Pero actualmente la entidad autorizada para certificar es RiskMathics Certificate Institute, S.A.P.I. de C.V. (constituida en 2022), de acuerdo con un oficio firmado por la Consar el 17 de mayo de 2023. Los socios de esta sociedad son Allan Barush, Rodolfo Liaño y Raúl Colín Morales, de acuerdo al RPC.
EL CEO consultó directamente a RiskMathics sobre la desaparición de estas empresas del Registro Público de Comercio, a lo que esta respondió: “Se desconoce la razón por la que no aparecen en el RPC. Estas cuentan con el debido registro en la Ciudad de México”.
Itamitas… otra vez
La presencia de esta “academia” –consolidada en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto– también se explica a través de las relaciones que Barush y Liaño tejieron alrededor del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), universidad de la cual ambos son egresados y, hasta hace algunos años, también tenía permiso de la Consar para otorgar dichas certificaciones.
En el consejo académico de RiskMathics aparecen otros prominentes personajes egresados del ITAM como José Antonio Meade, exsecretario de Hacienda en el sexenio de Enrique Peña Nieto, y Fernando Solís Soberón, quien fuera presidente de la Consar entre 1995 y 2000, en la administración de Ernesto Zedillo.
Otro personaje ligado a RiskMathics es José María de la Torre, quien ostentó el cargo de Vocal de PensionISSSTE entre 2013 y 2017, y amigo de otro exsecretario de Hacienda de Peña Nieto: Luis Videgaray.
En la mira del SAT
Una revisión de múltiples contratos obtenidos vía transparencia arroja que entre 2017 y 2023, las empresas RiskMathics S.C. y Trading and Risk Institute, S.C. –ligadas a Allan Barush y Rodolfo Liaño– ganaron al menos 34 contratos con el gobierno, razones sociales que ya no aparecen en el Registro Público de Comercio.
Entre los órganos o instituciones gubernamentales que adjudicaron dichos contratos están la Consar, la CNSF, el Banco Nacional De Obras y Servicios Públicos (Banobras), el Fondo Nacional de Pensiones de los Trabajadores del Estado (PensionISSSTE), el Instituto del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores (Infonavit), la Sociedad Hipotecaria Federal (SHP) y el Banco Nacional del Ejército (Banjercito).
Algunos de esos contratos fueron adjudicados pese a que las empresas no contaban –en ese momento– con una opinión positiva por parte del SAT sobre sus obligaciones fiscales, requisito estipulado en el Artículo 32-D del Código Fiscal de la Federación.
El Código Fiscal Federal señala lo siguiente:
Si bien en algún momento las sociedades pudieron haber corregido su situación fiscal para celebrar dichos contratos, no hay constancia de ello. Al respecto, RiskMathics respondió que “siempre ha cumplido con la normatividad aplicable”, sin ofrecer mayor prueba de sus dichos.
Otra empresa que desapareció de los registros de la Secretaría de Economía, señalada por el SAT de incumplimientos en sus obligaciones fiscales, es Quantrisk, S.C., sociedad a través de la cual RiskMathics recibía pagos por las capacitaciones que ofrece.
La red empresas vinculadas con RiskMathics se extiende a las sociedades Trading Sweetoptions, S.A.P.I. de C.V., Tasty Options, S.A.P.I de C.V. y Tasty Sweetoptions, S.A.P.I.de C.V.
Además, a su dueño, Allan Barush González, se le vincula con la empresa Escuela de Negocios Digitales DBS, S.A.P.I de C.V., cuyo principal accionista es el político Armando Ríos Piter, quien en 2010 aspiró a la gubernatura del estado de Guerrero y en 2018 a una candidatura presidencial independiente; posteriormente respaldó a José Antonio Meade Kuribreña, quien es también presidente del consejo académico de RiskMathics.
RiskMathics, el monopolio certificador
Las modificaciones a las “Disposiciones de Carácter General en Materia Financiera de los Sistemas de Ahorro para el Retiro”, publicadas en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en diciembre de 2011, allanaron el camino para que RiskMathics pudiera crear el monopolio de las certificaciones que hoy continúa ostentando.
En ese camino, Rodolfo Liaño tuvo el respaldo de David Plascencia Perdomo, quien fuera Director General de Supervisión y Vicepresidencia Financiera de la Consar, así como de Octavio Ballinas, entonces director de inversiones y riesgos en la Asociación Mexicana de Afores (Amafore).
En 2016 –ya en el sexenio de Peña Nieto y con Videgaray en Hacienda–, la Consar ayudó a extender el negocio de la empresa, tras designar a RiskMathics Financial Innovation, S.C. como entidad certificadora para la operación de estructurados, instrumentos en los que las afores actualmente invierten alrededor del 8% del ahorro que acumulan los trabajadores mexicanos.
Como parte de las modificaciones a las disposiciones del sistema de pensiones, la autoridad estableció que el personal de las afores “debe estar certificado por un tercero independiente de reconocido prestigio en la impartición de educación en materia financiera”.
RiskMathics se consolidó como la única academia local considerada por la Consar para otorgar las certificaciones — con vigencia de tres años—para funcionarios del área de inversiones, riesgos, y de la contraloría normativa de las administradoras de fondos, que operan con estos complejos instrumentos financieros.
Por su parte, en octubre de 2017 la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) emitió la “Circular Modificatoria 10/17 de la Única de Seguros y Fianzas”, en el que se incluyó a RiskMathics Financial Innovation, S.C. –junto con el ITAM– como las únicas dos entidades avaladas por la Comisión Nacional de Seguros y Fianzas (CNSF) para la aplicación de exámenes en materia de derivados.
Negocio redondo
Las sociedades RiskMathics S.C. y Trading and Risk Institute, S.C. –hoy fuera de los registros públicos– ingresaron al menos 11.5 millones de pesos entre 2020 y 2023 por las capacitaciones y exámenes de certificación aplicados al personal de las afores.
Dichos contratos, no obstante, también han generado cuestionamientos.
Por ejemplo, la empresa Trading and Risk Institute, S.C. firmó nueve contratos con PensionISSSTE, que suman un total de 4.2 millones de pesos, algunos de los cuales fueron adjudicados para la aplicación de exámenes, pese a no ser una entidad avalada por las autoridades financieras para certificar.
Las empresas de Barush González y Liaño Gabilondo también tienen como cliente a Grupo Coppel. Además de los exámenes aplicados al personal de dicha afore, la empresa obtuvo contratos con BanCoppel, S.A. Institución de Banca Múltiple y Coppel, S.A. de C.V.
La contratación de los servicios de RiskMathics y Trading and Risk Institute se dio a petición de Alfonso De Lara Haro, director de Riesgos de Grupo Coppel, muy cercano a Barush González.
Altor, cliente preferencial de RiskMathics
En 2021, Altor contrató los servicios de capacitación y certificación de RiskMathics, luego de que la firma obtuvo la autorización de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para la constitución de una casa de bolsa.
De acuerdo con videos en poder de EL CEO, Fernando Aportela Rodríguez –fundador de Altor– solicitó, a través de sus nexos con funcionarios de la SHCP, “facilidades para obtener la certificación”.
Por dichos servicios, RiskMathics ingresó poco más de 1.7 millones de pesos. Sin embargo, más de la mitad de los asistentes a los cursos reprobaron el examen en una primera evaluación.
Pese a ello, el personal de Altor –firma que en los últimos años ha creado una vasta red de negocios al amparo de los nexos de Aportela con el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador– hoy cuenta con las certificaciones necesarias para operar con instrumentos derivados y estructurados.
Juicios con Bepensa y Santander
Documentos obtenidos por EL CEO constatan procedimientos judiciales emprendidos en contra de la sociedad RiskMathics Financial Innovation, S.C. y su dueño, Allan Barush González Pedroza, por adeudos con Financiera Bepensa y Grupo Financiero Santander.
El primero, un juicio ejecutivo mercantil iniciado por Bepensa, empresa que solía contratar las capacitaciones de RiskMathics, publicado en el Diario Oficial del Estado de Yucatán el 22 de mayo de 2023, y anexado en el expediente “00439/2022” en el Juzgado Primero de Oralidad Mercantil del Poder Judicial de dicha entidad.
Por orden de autoridad judicial, el año pasado se trabó formal embargo en el juicio de origen, es decir que el juez congeló temporalmente los bienes de la parte acusada para asegurar que, de no cumplir con el pago, estos activos puedan venderse posteriormente para cubrir el monto adeudado.
Unos días después, el 12 de junio de 2023 se publicó en el DOF el juicio “00310/2022”, promovido por la misma Financiera Bepensa, en contra de Allan Barush González y la esposa de éste, Mariana Cobos Domínguez, quien además figura como accionista de otras empresas de la red RiskMathics.
De igual forma, el 24 de octubre de 2019 se publicó en un boletín judicial el inicio de un juicio mercantil promovido por Grupo Financiero Santander en contra de RiskMathics Financial Innovation, S.C.
Barush González, además, tiene una denuncia por presuntamente amedrentar a una persona, según un audio obtenido por este medio. Por este proceso, hay una carpeta de investigación abierta (“CI-FIBJ/UAT-BJ-1/UI-1 S/D/2236/05-2024”).
Sobre este tema, RiskMathics respondió: “Diferendos y controversias mercantiles, que son comunes en todos el sector empresarial y corporativo se han resuelto en su debido curso, como lo pueden consultar en los registros legales que existen”.
Adenda
Previo a la publicación de este reportaje, EL CEO se comunicó con el área legal de RiskMathics a fin de contrastar la información recabada y obtener comentarios sobre la autorización de la Consar para designarle como certificadora “exclusiva” en materia de instrumentos derivados.
Un representante respondió vía correo electrónico:
“RiskMathics nunca ha sido la única alternativa para cubrir el proceso de certificación que establece la regulación de la CONSAR. Existen desde aquel entonces (2012) otras certificaciones emitidas incluso en el exterior que son reconocidas por la CONSAR en materia de derivados para inversiones, riesgos, cumplimiento, etc. y que son equiparables para los funcionarios de las SIEFORES. Es decir, pueden presentar la de RiskMathics u otra entre las que se mencionan en el Anexo J de las Disposiciones de la CONSAR. RiskMathics fue invitado en 2012 por la CONSAR dado su prestigio, reconocimiento y posición de liderazgo en materia de capacitación para capacitar y certificar a los funcionarios de las administradoras para el retiro en materia de derivados. Para fungir como institución de certificación la CONSAR exigió como precondiciones las siguientes: contar con un sólido gobierno corporativo, contar con un sistema tecnológico para la aplicación de exámenes y una adecuada administración del banco de preguntas. Desde 2012 RiskMathics dio cumplimiento cabal a tal requerimiento, y se autofijó [sic] más y mejores estándares, integró un Consejo de Certificación con Miembros de reconocido prestigio en el campo profesional y académico, así como Comités Técnicos los cuales trabajaron en el desarrollo de guías de certificación que se hicieron completamente públicas y permitieron conocer el alcance de conocimientos en cada certificación, siendo una mejora al proceso previo, incluso sin haberse registrado o pagado un examen. Asimismo desde aquella misma fecha, RiskMathics viene aplicando exámenes automatizados en una plataforma propietaria y bajo ambientes controlados que permiten asegurar la idoneidad de las capacidades del candidato a ser certificado. En RiskMathics nunca se impuso como requisito para presentar el examen de Certificación el que el candidato hubiese tomado previamente un curso en RiskMathics, lo cual permanece vigente hasta el día de hoy. Dado el profesionalismo con el que se ha manejado el proceso en lo general y particular, RiskMathics se ha mantenido desde 2012 como entidad certificadora, a pesar del cambio de administraciones en la autoridad. No olvidemos que el personal que es sujeto de ser certificado, administra y toma decisiones sobre los recursos de las pensiones de los trabajadores de todo el país, por lo que es un proceso serio y riguroso que se apega a las mejores prácticas”.
EL CEO se dio a la tarea de verificar la explicación dada por RiskMathics, de la cual se desprende lo siguiente:
- En los mensajes publicitarios para ofrecer sus servicios, la citada empresa textualmente señala que: posee una autorización “en forma exclusiva” para “aplicar el examen de certificación en materia de instrumentos derivados para los funcionarios de las Siefores”. De no ser cierto que RiskMathics “nunca ha sido la única alternativa para cubrir el proceso de certificación que establece la regulación de la CONSAR”, sería la propia empresa quien ofrece mensajes engañosos a sus clientes.
- Si bien es cierto que existen otras instituciones certificadoras internacionales, como reza el Oficio No. D00/320/1255/2012 de la Consar, entre las que enumera Chartered Financial Analyst (CFA), Global Association of Risk Professionals (GARP) y Professional Risk Managers’ International Association (PRMIA), en México RiskMathics es la única institución que ha recibido este tipo de autorización por parte del órgano regulador de las afores. El carácter de “exclusividad” que, en esencia construiría un monopolio no fue definido por dicho oficio, sino mediante la ausencia de más competidores autorizados.
- Curiosamente, la página de la Consar “Certificación de Funcionarios con actividades en gestión de recursos de las Sociedades de Inversión”, aunque no especifica algún tipo de “exclusividad”, sí reconoce a RiskMathics como como la entidad avalada para otorgar la “Certificación específica en Derivados con vigencia de 3 años mediante certificador local” y la “Certificación específica en Estructurados con vigencia de 3 años mediante certificador local”, remitiendo, incluso, a la página de internet de dicha empresa.
Atte. Mario Alberto Gámez y José Raúl Linares
Adenda II: Derecho de réplica
A solicitud del derecho de réplica solicitado por RiskMathics Financial Institute, estipulado en las leyes mexicanas, EL CEO anexa el siguiente documento enviado por los directivos de la empresa. Aunque sostenemos que el documento adjunto no contradice los ejes fundamentales de este reportaje, EL CEO defiende la ética en el periodismo y la apertura del diálogo, particularmente, cuando aporta elementos para enriquecer el debate público.
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