El ciclo de alzas en la tasa de interés de la Reserva Federal (Fed) aviva los temores de los inversionistas, quienes ya anticipan una posible recesión económica en Estados Unidos ante el comportamiento del mercado de bonos.

Desde hace unos días, los rendimientos de los bonos del Tesoro de más corto plazo superaron a los de largo plazo, un fenómeno que en los mercados financieros se conoce como “inversión de la curva”.

Para analistas, la inversión de la curva de bonos es un termómetro para predecir recesiones, por lo que es posible que se llegue a este escenario en algún momento entre 2023 y 2024.

Así, los treasuries con vencimiento a dos años están pagando una tasa de 2.45%, mientras que los de 10 años el 2.40%. En lo que va de 2022, el diferencial de estos yields se ha recortado en más de 100 puntos base, hasta llegar a terreno negativo.

A lo largo de los últimos 70 años, todas las recesiones han sido antecedidas por una inversión de este tipo, pero alrededor de 35% de todas las inversiones de la curva han pasado sin que se desate una recesión generalizada

comentó Amin Vera, director de análisis económico en Black WallStreet Capital.

Inflación, la que más mete presión

Los participantes del mercado esperan que la política monetaria de la Fed será más restrictiva debido a que la inflación en Estados Unidos está en su punto más alto en los últimos 40 años, con lo que dicha medida implica el encarecimiento del crédito y en consecuencia, la desaceleración del crecimiento económico. 

Digamos que es una paradoja, se sabe que la Fed tiene que subir las tasas de interés de manera agresiva, pero al mismo tiempo esto puede ‘ahogar la economía’ haciendo que en 18 o 24 meses tenga que volver a reducir su tasa

dijo Walter Buchanan, director de inversiones en SaveNest.

En el mercado de bonos, a mayor vencimiento de los activos, las tasas tendrían que ser más altas para incentivar a los inversionistas a tomar esas posiciones por un plazo más largo, debido al riesgo de la inversión, explicó Buchanan.

De ahí que en condiciones normales, el rendimiento al final del ciclo de inversión de un bono a cinco años debería ser mayor que el de uno de dos años, el de 10 años mayor al de cinco, el de 20 mayor al de 10 y el de 30 mayor al de 20.

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Un termómetro de recesiones pasadas

La inversión de la curva de bonos se ha anticipado a crisis económicas pasadas como el colapso del mercado inmobiliario en 2008, aunque esto no significa que en todos los casos se cumplió el pronóstico o que se dio con la misma antelación.

En 2006, la curva de los treasuries de dos y 10 años se invirtió, y dos años después estalló la crisis financiera. Años antes también se observó este fenómeno previo a recesiones que sufrió la economía estadounidense en 1990 y 2001, respectivamente.

La última vez que la curva se invirtió fue en 2019, aunque no se considera que se haya anticipado a la crisis por la pandemia de COVID-19 en 2020 por las condiciones en las que esta se presentó. A finales de 2005 y mediados de 1998 también se invirtió por un periodo muy breve y no se materializó la predicción.

Cuando la curva se invierte, la probabilidad de entrar en una recesión en los dos años siguientes se eleva, pero esto dependerá si se mantiene invertida a lo largo de 90 días.

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Indicios de recesión

El pronóstico que se observa en el mercado de bonos sobre una recesión puede cumplirse, pues se han recortado los pronósticos de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y las presiones inflacionarias persisten.

Luego de aumentar la tasa de interés por primera vez desde 2018, la Fed reveló que ve seis incrementos más para este año, además de que prevé un crecimiento de 2.8% del PIB, menor al 4% estimado anteriormente.

Para Vera, esto incluso abre la puerta a un escenario de estanflación, es decir, de altos precios y bajo crecimiento de la economía, en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania que ha deteriorado las expectativas.

En respuesta a las preocupaciones de los inversionistas, el presidente de la Fed, Jerome Powell, dijo recientemente que para predecir una recesión, los estudios del banco central sugieren que se observe la parte de la curva a muy corto plazo, que está lejos de invertirse.

No obstante, la inversión de la curva de los yields de más largo plazo empieza a causar un debate entre los economistas porque las condiciones actuales indican que una recesión es posible.

No quiero dejar de mencionar que los mercados son impredecibles, quizá esta inversión de la curva no prediga una recesión o no con tanta exactitud, quizá la siguiente recesión no sea tan severa y el mercado anticipe esto de antemano, quizá la inflación no se comporte como esperan los pronosticadores

subrayó Buchanan.

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