El repunte de los mercados financieros tras los avances hacia una vacuna para el COVID-19 y luego de las elecciones en Estados Unidos ha exagerado los precios de los activos, dijo este lunes el Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés).
El informe trimestral del organismo liderado por Agustín Carstens señaló cómo los mercados de crédito y algunos de los mercados de valores más grandes del mundo han superado sus niveles previos a la pandemia a pesar del significativo grado de incertidumbre que aún persiste.
Claudio Borio, director del Departamento Monetario y Económico del BPI, dijo que la noticia de la vacuna y el estímulo monetario y fiscal en curso justificaron un repunte, pero que también hubo señales de un rebasamiento.
Borio sostuvo que uno de los acontecimientos de los que el BIS está particularmente pendiente es el rápido alivio del estrés en los mercados de crédito corporativo.
“Estamos pasando de la fase de liquidez a la fase de solvencia de la crisis”, explicó Borio.
Deberíamos esperar más quiebras en el futuro, pero los diferenciales crediticios son bastante bajos según los estándares históricos y, de hecho, aunque los bancos están valorando el riesgo con más cuidado, no vemos lo mismo en los mercados de capital
agregó el ejecutivo
Añadió que con bonos por valor de 17.5 billones de dólares ahora en rendimientos negativos, lo que significa que los inversionistas pagan en lugar de que se les pague por mantenerlos, muchos administradores de dinero están apuntando hacia activos cada vez más riesgosos.
Eso en sí mismo es un riesgo y subraya las aguas difíciles por las que navegan los principales bancos centrales. Este año han proporcionado estímulos por billones de dólares y se espera que continúen haciéndolo en el futuro.
“El panorama es bastante incierto y preferirías equivocarte por hacer demasiado en lugar de hacer muy poco”, dijo Borio.
Dólar pesará sobre mercados emergentes
Un eventual fortalecimiento del dólar afectará cada vez más a las perspectivas económicas de los mercados emergentes, ya que los países en desarrollo han asumido mucha deuda denominada en la divisa estadounidense en la última década.
El dólar ha caído más de 12% desde sus máximos de marzo, después de que la Reserva Federal (Fed) recortó las tasas de interés a mínimos históricos.
No obstante, el BIS dijo que el dólar sigue siendo propenso a grandes oscilaciones y cualquier cambio en el apetito por el riesgo podría hacerle subir, perjudicando las perspectivas de crecimiento de los mercados emergentes.
¿Se viene una guerra cambiaria tras el COVID-19?
Utilizando datos de 21 economías de mercados emergentes entre 1990 y 2019, investigadores del BIS hallaron que un aumento de un punto porcentual en el valor del dólar frente a una canasta de monedas condujo a una caída del 0.3% en las perspectivas de crecimiento de esos países.
Eso fue evidente en la primera ola de la pandemia este año, cuando un aumento cercano a 10% en el valor del índice dólar en los primeros tres meses de 2020 resultó en salidas récord de bonos de mercados emergentes y diferenciales más amplios.
Las economías de mercados emergentes (EMEs) son especialmente vulnerables a los cambios en el valor del dólar a través de estos canales, lo que hace que el tipo de cambio amplio del dólar sea un factor de riesgo específico de las EMEs
indicó el BIS
La deuda de los mercados emergentes denominada en dólares como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB) se ha triplicado a casi el 10% desde alrededor del 3.5% durante la crisis financiera mundial de 2008. Además, la propiedad extranjera en sus mercados de bonos nacionales asciende a cerca del 20%.
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— Bank for International Settlements (@BIS_org) December 7, 2020