Por Haris Anwar
Ahora que Twitter (NYSE:TWTR) ha comenzado a censurar los mensajes del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, los inversionistas se preguntan si esta lucha tendrá alguna implicación financiera para la plataforma de microblogging.
Twitter adjuntaba la semana pasada unos enlaces a un par de tuits del presidente Trump donde anunciaba los planes de California de enviar las papeletas por correo como “sustancialmente fraudulentos” y hablaba de elecciones “amañadas”. Los enlaces, parte de los esfuerzos de la compañía para verificar los hechos de las declaraciones políticas, dirigían a los usuarios a una página que cuestiona las afirmaciones de Trump.
“Los verificadores de hechos dicen que no hay evidencia de que las papeletas por correo estén vinculadas al fraude electoral”, concluye la compañía, citando noticias de los medios de comunicación.
Después, el viernes, Twitter adjuntaba una advertencia a un tuit de Trump con respecto a los disturbios que tuvieron lugar en Minneapolis, afirmando que el tuit viola las reglas de Twitter sobre “glorificar la violencia”.
Estas acciones desencadenaron una rápida respuesta de Trump, que ve esta censura en las redes sociales como una afrenta a la libertad de expresión. La mayor amenaza potencial para Twitter y otras redes sociales proviene del decreto presidencial emitido la semana pasada en represalia por, entre otras cosas, la labor de verificación de hechos de Twitter. El decreto busca aplicar cambios importantes en la forma en que operan las plataformas de redes sociales.
El decreto tiene como objetivo efectivamente rediseñar la Ley de Decencia de las Comunicaciones (Artículo 230), que proporciona inmunidad legal para las plataformas de redes sociales del contenido publicado por los usuarios en sus webs.
Los ingresos publicitarios en peligro
Aunque los expertos legales no creen que el decreto tenga posibilidades de sobrevivir a una batalla judicial, podría aumentar la presión sobre los gigantes de las redes sociales, que ya están bajo escrutinio por la propagación de la desinformación y el discurso de odio.
Según un informe del Wall Street Journal: “La controversia impulsa la participación en las plataformas de redes sociales, por lo que las peleas con el presidente no son necesariamente malas para los resultados a corto plazo de Twitter”.
“Pero las amenazas de acciones legales del Gobierno podrían ejercer más presión sobre las acciones de las empresas de redes sociales, agravando las preocupaciones existentes en torno a las investigaciones de privacidad y las presiones antimonopolio”.
Estas preocupaciones ayudan a explicar por qué las acciones de Twitter cayeron alrededor de un 6% la semana pasada.
Sin embargo, las acciones cerraban el lunes en 31.89 dólares, con un alza de casi 3% en el conjunto de la jornada, aunque con pocos cambios en términos anuales.
Además de las batallas judiciales de Estados Unidos y la controversia política, Twitter no puede seguir siendo selectivo en su enfoque para censurar contenido que considere dañino. Tiene que hacer cumplir su juicio editorial en todos los ámbitos y a nivel mundial. Eso significa costos adicionales para la empresa en un momento en que los ingresos publicitarios se están reduciendo mucho debido a la pandemia COVID-19.
Y toda esta controversia está ocurriendo en un momento en que el director ejecutivo, Jack Dorsey, sigue tratando de gestionar la suya, y la relación de su compañía con el inversor activista Elliott Management, conocido por sus agresivos movimientos para expulsar a los directores ejecutivos de bajo rendimiento. De hecho, la posición de Dorsey se ha visto amenazada a principios de este año antes de que él y la firma de inversión llegaran a un acuerdo en marzo que, según Bloomberg, “establecía ambiciosos objetivos para los usuarios activos diarios, un crecimiento acelerado de los ingresos y una mayor cuota de mercado en la publicidad digital”.
En el informe de resultados del primer trimestre de Twitter, publicado el 30 de abril, la compañía con sede en San Francisco indicaba que sus ventas trimestrales aumentaron apenas 3%, su menor aumento en más de dos años, ya que el gasto publicitario ha recibido un gran impacto de la pandemia. Desde el 11 de marzo hasta el final del trimestre, las ventas se desplomaron 27% interanual, y en abril se desarrolló un patrón similar.
En conclusión
Cuando se asiente finalmente el polvo, puede que no sea la Administración Trump la que tenga un impacto significativo en Twitter, incluso aunque alguno de sus esfuerzos para remodelar el panorama de las redes sociales tenga éxito.
Más bien, al menos a corto plazo, Twitter podría enfrentarse a un mayor escrutinio junto con un aumento de costos mientras trata de demostrar que su política de censura no es específicamente contra Trump.
La nota Qué implica para Twitter su creciente lucha con Trump apareció por primera vez en Investing.com