El peso sufrió su caída trimestral más profunda frente al dólar desde que inició la pandemia, además de ligar dos meses a la baja, luego de que se dio a conocer un aumento en la tasa de referencia de Banco de México (Banxico). 

En el periodo julio-septiembre, el peso acumuló una depreciación de 3.37% ante el dólar, de acuerdo con datos de Banco de México (Banxico).

Se trata de la mayor caída trimestral del peso desde la registrada entre enero y marzo de 2020, cuando se desplomó 20.64% y anotó su descenso más profundo desde la crisis económica de 1995.

Durante septiembre, el peso registró una depreciación de 2.68%, la mayor pérdida mensual desde junio, cuando se depreció 3.19%, de acuerdo con Banxico.

Este jueves, el dólar interbancario finalizó en 20.6420, una pérdida de 0.24% de la moneda mexicana, ligando seis días a la baja, igualando la duración de la racha perdedora que registró el pasado junio.

Durante las operaciones del día, el peso tocó un mínimo de 20.4562 y un máximo de 20.6775 pesos por dólar. 

Al menudeo, el billete verde se vende en 21.15 pesos en ventanillas de Citibanamex, seis centavos más caro que ayer.

El índice dólar que mide el desempeño de la divisa frente a una canasta de las seis monedas más operadas, bajó 0.08% para ubicarse en 94.26 unidades, luego de tocar su nivel máximo en un año el miércoles.

El dólar se mantuvo al alza luego de datos que mostraron que la tasa de referencia de Banxico aumentó en 25 puntos base para ubicarla en 4.75%, en línea con lo esperado por el mercado.

Según Monex, Banxico señaló en su comunicado que sus pronósticos de inflación se revisaron de nuevo al alza, en especial en el corto plazo, pues los riesgos relacionados a la inflación externa, los costos de producción y la depreciación cambiaria mantienen el balance de riesgos al alza

En tanto, el dólar también se ha fortalecido tras las apuestas sobre la reducción de la compra de activos de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), sin embargo, ha reducido sus ganancias mientras los rendimientos de los tesoros caen.

De acuerdo con el Departamento del Trabajo de Estados Unidos, las solicitudes iniciales de apoyo al desempleo aumentaron a 362,000 personas en la semana que terminó el 25 de septiembre, lo cual superó las estimaciones del consenso de analistas de 335,000.

Ante esto, se hila el tercer incremento consecutivo de estos apoyos, ubicándose en su mayor nivel en siete semanas, lo que refuerza las señales de que la contratación podría seguir disminuyendo en el cuarto trimestre de este año, como lo advirtieron algunos funcionarios de la Fed esta semana. 

Sin embargo, los analistas atribuyen los recientes aumentos a factores externos como los incendios en California y los huracanes en el Golfo de México; al mismo tiempo, la pandemia continúa siendo una de las principales limitaciones para que muchas personas regresen a la fuerza laboral. 

Por otro lado, la Fed considera que la economía ha logrado un avance suficiente para comenzar a reducir su compra de estímulos, pero el desempeño del mercado laboral es muy bajo como para empezar a incrementar la tasa de interés de referencia. 

Por lo que las expectativas de un alza tan pronto como el próximo año, podrían ajustarse hacia el 2023, pues Estados Unidos está aún lejos del máximo empleo. 

Los índices de Wall Street operan al alza, mientras que el S&P 500 se prepara para el sexto trimestre con ganancias, a pesar de las preocupaciones que se han presentado sobre la inflación, el endeudado inmobiliario chino Evergrande y las señales de que la Fed puede reducir la compra de bonos.

En el mercado de las materias primas, los precios del petróleo cerraron mixtos este jueves, pero el WTI de Estados Unidos registró una sexta ganancia trimestral consecutiva, ya que los comerciantes apostaron por una mayor demanda de crudo.