El petróleo cerró este viernes con pérdidas, pero registró una ganancia semanal por tercera semana consecutiva de aproximadamente 5%, ya que los inversores continuaron monitoreando los disturbios en Kazajstán que amenazan con aumentar los cortes de suministro que han ayudado a impulsar los precios del crudo.
Este viernes, el West Texas Intermediate para entrega en febrero cayó 56 centavos para ubicarse en 78,90 dólares el barril en Nueva York; mientras que el Brent para la liquidación de marzo cayó 24 centavos para ubicarse en 81,75 dólares el barril, de acuerdo con Bloomberg.
Lo anterior significa que el crudo West Texas Intermediate en Nueva York subió un 5% esta semana, a pesar de cerrar un 0.7% este viernes.
Esto se lleva a cabo en el mercado de las protestas en Kazajistán por el incremento en los precios del gas. El mayor productor de petróleo de Kazajistán alteró la producción en el campo gigante Tengiz luego de las protestas, mientras que la producción libia también se ha reducido.
La OPEP + anunció esta semana su plan de seguir con un aumento de producción programado de 400,000 barriles por día para febrero. Sin embargo, es poco probable que el grupo alcance el umbral, ya que algunos miembros han luchado para lograr sus objetivos en los meses anteriores.
Por otra parte, la producción en Libia disminuyó en medio de los disturbios de las milicias, mientras que Rusia tampoco logró aumentar los volúmenes el mes pasado. Nigeria, acosada por interrupciones en las instalaciones de carga, bombeó solo 1,35 millones de barriles diarios de crudo el mes pasado.
Una congelación profunda en Canadá y el norte de Estados Unidos también ha interrumpido los flujos de petróleo esta semana. Eso coincidió con la contracción de los inventarios de crudo estadounidense, que han disminuido todas las semanas desde noviembre.