Los precios del petróleo bajan este jueves debido a que la Agencia Internacional de Energía (AIE) advirtió que la rápida propagación de la variante delta del COVID-19 en todo el mundo amenaza la recuperación de la demanda.

El WTI de Estados Unidos para entrega  en septiembre retrocedió 0.2%, a 69.09 dólares por barril, y el contrato de octubre del Brent del Mar del Norte perdió 0.2%, a 71.31 dólares, según MarketWatch.

La AIE prevé un aumento de la demanda de 5.3 millones de barriles diarios este año, 300,000 menos en comparación con sus previsiones anteriores, para llegar a 96.2 millones. La agencia espera un aumento de 3.2 millones de barriles en 2022.

La demanda mundial de petróleo llegó a 3.8 millones de barriles diarios en junio, impulsada por el transporte en Norteamérica y Europa, indicó la AIE en su informe, pero luego retrocedió durante el mes pasado.

El crecimiento de la demanda cambió de rumbo abruptamente en julio y la perspectiva para el resto de 2021 se registró a la baja debido a que se agravó la progresión de la pandemia y a la revisión de los datos históricos

explicó la AIE

“Se espera que las nuevas restricciones relacionadas con el COVID-19 impuestas en varios países que son grandes consumidores de petróleo, particularmente en Asia, reduzcan la movilidad y el uso de petróleo en el segundo semestre” añadió.

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En un reporte separado, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) mantuvo sus expectativas de una fuerte recuperación de la demanda en lo que resta de este año y a lo largo de 2022.

El informe fue publicado un día después de que el gobierno de Estados Unidos pidió a la OPEP y sus aliados, un grupo conocido como OPEP+, elevar la producción para estabilizar los precios de la gasolina.

La OPEP+ acordó en julio aumentar su producción en 400,000 barriles diarios por mes entre agosto y diciembre, luego de los recortes récord que implementaron desde el año pasado para ajustar la oferta. 

En Estados Unidos, datos publicados el miércoles mostraron que los inventarios de crudo y gasolina cayeron durante la semana pasada, aunque por debajo de lo que esperaban los analistas.