Los precios del petróleo subieron este miércoles, impulsados por los datos que mostraron que los inventarios en Estados Unidos cayeron la semana pasada y ante la posibilidad de un paquete de estímulo en ese país.

El contrato de enero del WTI de Estados Unidos avanzó 0.4%, a 47.82 dólares por barril, y el Brent del Mar del Norte para entrega en febrero ganó 0.6%, a 51.08 dólares, de acuerdo con MarketWatch.

Es el nivel más alto del WTI desde finales de febrero, mientras que el Brent subió a máximos desde principios de marzo, antes de que se reflejaran las afectaciones de la pandemia de COVID-19 en el mercado.

Los inventarios de crudo se redujeron en 3.1 millones de barriles en la semana terminada el 11 de diciembre, a 500 millones, según datos de la Administración de información de Energía (EIA). Analistas esperaban una caída de 1.9 millones de barriles.

Las existencias de gasolina y destilados crecieron menos de lo pronosticado por el mercado, mostraron las cifras de la EIA, aunque el aumento es señal de que la demanda se ha desacelerado en semanas recientes.

También ayudó una debilidad del dólar, que tocó este miércoles su nivel más bajo frente a una canasta de seis destacadas monedas desde abril de 2018, debido a un mayor apetito de los inversionistas por activos más riesgosos.

Un dólar débil aumenta el atractivo por materias primas que cotizan en la moneda, como el petróleo.

La debilidad del dólar está ayudando a respaldar el precio, pero el mercado está subido a una ola de optimismo por la vacuna. Ayer hubo un fuerte avance por la inminente aprobación de una segunda vacuna del COVID-19

dijo Harry Tchilinguirian, de BNP Paribas

“El mercado está mirando más adelante hacia la recuperación en lugar de la baja demanda petrolera en el corto plazo”, agregó.

La vacuna contra el COVID-19 de Moderna parece lista para recibir su aprobación regulatoria esta semana, después de que el personal de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés) respaldó su seguridad y efectividad.

Estados Unidos también expandió el lanzamiento de la vacuna recientemente aprobada desarrollada por Pfizer y el socio alemán BioNTech a cientos de centros de distribución adicionales el martes.

En tanto, los líderes del Congreso estadounidense reportaron grandes progresos en la negociación de un paquete de alivio por el coronavirus de 900,000 millones de dólares y de una ley de financiación que impida el cierre del gobierno.

Pese al optimismo que rodea al lanzamiento de las vacunas COVID-19 este mes, la Agencia Internacional de Energía (AIE) advirtió el martes que el golpe a la demanda mundial de petróleo no se revertirá rápidamente.

La AIE revisó a la baja sus estimaciones de demanda de petróleo este año en 50,000 barriles por día y para el próximo año en 170,000 barriles diarios, citando el escaso uso de combustible para aviones ante las restricciones a los viajes.

Por el lado de la demanda, el mayor riesgo a la baja a corto plazo para las expectativas de demanda de petróleo es Estados Unidos, principalmente debido a la persistente debilidad en la demanda de gasolina, dada la trayectoria actual de COVID-19 en el país

escribieron analistas de FGE en una nota

La imposición de cierres más estrictos en algunos países europeos también ensombrece la demanda de combustible.

En tanto, la Reserva Federal (Fed) prometió seguir entregando efectivo a los mercados financieros para luchar contra la actual recesión, pese a que sus perspectivas para el próximo año mejoraron tras el despliegue inicial de las vacunas.

Con información de Reuters