Los precios del petróleo bajaron este viernes ante renovados temores sobre un alza de contagios de COVID-19 que puede limitar la demanda mundial, pero lograron su segunda semana consecutiva de ganancias.

El WTI de Estados Unidos para entrega en diciembre perdió 2.4%, a 40.13 dólares por barril, y el contrato de enero del Brent del Mar del Norte retrocedió 1.7%, a 42.78 dólares, de acuerdo con MarketWatch.

En la semana, ambos referenciales acumularon un alza mayor a 8%, que fue impulsada principalmente por las ganancias del lunes, luego de que Pfizer y BioNTech dijeron que su potencial vacuna es 90% efectiva.

Datos del gobierno estadounidense añadieron presión sobre el petróleo, pues los inventarios de crudo subieron en 4.3 millones de barriles diarios la semana pasada, mientras que analistas esperaban un descenso de 913,000 barriles.

En esencia, parte del factor de la vacuna Pfizer ha desaparecido y las cifras decepcionantes han creado una pequeña corrección a la baja

dijo Harry Tchilinguirian, investigador de BNP Paribas

Los contagios diarios de coronavirus y hospitalizaciones tocaron niveles récord en Estados Unidos, países de Europa como Francia e Italia, además de Japón y Corea del Sur, algunos de ellos grandes consumidores de combustibles.

La reciente alza de infecciones apagó el optimismo en torno a las expectativas de una rápida recuperación de la demanda, que este año ha caído a niveles mínimos por las restricciones a la movilidad.

La Agencia Internacional de Energía (AIE, por sus siglas en inglés) advirtió que es poco probable que la demanda de crudo suba significativamente cuando comience a distribuirse la vacuna, lo que ocurriría al menos hasta mediados de 2021.

En tanto, la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) revisó sus pronósticos a la baja y dijo que el consumo global de crudo rebotará más lento de lo esperado el próximo año debido al rebrote de COVID-19.

Analistas consideran que la OPEP y sus aliados deben mantener los niveles actuales de recortes a la producción, de 7.7 millones de barriles diarios, para mantener la estabilidad en el mercado.

El grupo conocido como OPEP+ tiene previsto aumentar el bombeo en dos millones de barriles diarios a partir de enero, sin embargo, el ministro de Energía de Argelia dijo esta semana que podrían extender los recortes e incluso profundizarlos.

Libia, miembro de la OPEP que está exento de los recortes, alcanzó un nivel de producción de 1.2 millones de barriles por día, situación que amenaza con generar un exceso de oferta.

Con información de Reuters