El oro, el principal activo de refugio del mundo, alcanzó un nuevo máximo histórico al ubicarse por encima de los 3,000 dólares por onza en la apertura del mercado, debido a que la actual incertidumbre geopolítica y económica ha llevado a los inversionistas a optar por activos de bajo riesgo.
Al inicio de la jornada, el metal dorado cotizó en 3,004.86 dólares por onza, marcando su decimotercer máximo histórico en 2025. En lo que va del año, el precio ha subido 14%, mientras que en 2024 el avance fue de 27%.
Tras las primera operaciones, el oro gana 0.24% respecto al cierre previo, para cotizar en 2,998.39, lo que indica una moderación con respecto a la apertura (Ciudad de México, 10:41 horas), de acuerdo con datos de Investing.
Con las continuas compras de los bancos centrales, múltiples factores impulsan la demanda. En un contexto de incertidumbre geopolítica y cambios arancelarios en curso, el apetito por el oro se mantiene fuerte
indicó Suki Cooper, analista de Standard Chartered.
La demanda de oro también está impulsando los fondos cotizados en bolsa (ETF) del metal respaldados físicamente, ya que registran su mayor entrada semanal desde marzo de 2022, según los datos de febrero del Consejo Mundial del Oro.
Las tenencias del SPDR Gold Trust (GLD), el ETF respaldado por oro más grande del mundo, aumentaron a 907.82 toneladas métricas el 25 de febrero, el nivel más alto desde agosto de 2023.
¿Por qué los inversionistas están optando por el oro?
De acuerdo con John Ciampaglia, CEO de Sprott Asset Management, con los mercados de valores en liquidación y los riesgos políticos impredecibles, los inversionistas están regresando al ‘viejo confiable’, el oro, lo que podría impulsar aún más su precio.
Consideramos el oro como una ‘póliza de seguro’ y una fuente de liquidez en entornos de mercado difíciles
agregó.
Desde que ganó las elecciones presidenciales en Estados Unidos, Donald Trump ha impulsado una política proteccionista que ha sacudido los mercados globales, ya que los países afectados por sus aranceles, como China, Canadá y los de la Unión Europea han respondido de manera inmediata con medidas similares.
Los aranceles alimentan los temores inflacionarios y las tensiones comerciales, lo que lleva a los inversionistas a recurrir al oro como refugio seguro.
El mercado también está atento a la próxima decisión de política monetaria de la Reserva Federal (Fed), donde los operadores ahora esperan tres reducciones de un cuarto de punto este año, frente a las dos de hace apenas unos días.
El banco central estadounidense ha recortado los tipos de interés en 100 puntos básicos desde septiembre, con una pausa en enero, pero los mercados anticipan que los recortes se reanudarán en junio. Esto mantiene al dólar bajo presión, ya que con esta medida pierde atractivo en los mercados internacionales.
La demanda de los bancos centrales
El alza del oro también se ve impulsada por la demanda de los bancos centrales. Los analistas afirman que las fuertes compras en 2025 podrían incrementar los precios a nuevos máximos, a medida que los países continúan acumulando reservas de oro en medio de la incertidumbre económica.
Los bancos centrales compraron más de 1,000 toneladas de oro por tercer año consecutivo en 2024, y en el último trimestre de 2024 (mientras la victoria electoral de Trump sacudía los mercados), las compras se dispararon un 54% interanual, según un informe del Consejo Mundial del Oro del mes pasado.
Como ejemplo, las reservas de oro de China registraron cuatro meses consecutivos de compras en febrero. Tras un periodo de adquisiciones desenfrenadas de 18 meses, el banco central hizo una pausa de seis meses en 2024 antes de reanudar las compras en noviembre.
Con información de Reuters
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