La salida de Reino Unido de la Unión Europea (UE) ha generado que enormes volúmenes de operaciones salgan de Londres hacia el bloque y a Estados Unidos, en un fuerte golpe para la capital financiera del sector.
Reino Unido dejó el mercado único de la UE el 31 de diciembre, lo que obligó a los bancos de la región a dejar de utilizar a Londres como el punto de operaciones de derivados, como canjes de tasas de interés (IRS).
Los usuarios del mercado de la UE ahora deben operar canjes en plataformas del bloque o en una instalación de ejecuciones de swaps llamada SEF en Estados Unidos, a la que tienen acceso las instituciones del bloque.
IHS Markit, una compañía de información financiera, dijo que la proporción de swaps de tasas de interés denominadas en euros que pasaron por el sistema SEF se duplicó desde el 11% en diciembre a casi 23% en las primeras dos semanas de enero.
“Por supuesto, el costo real de la fracturada liquidez global es un gasto más alto en coberturas y finalmente costos más elevados para los usuarios”, dijo Kirston Winters, director gerente de IHS Markit.
Reino Unido ha pedido a la UE que le conceda acceso a sus plataformas de operaciones financieras para Londres, el mayor centro de negocios de swaps del mundo, pero hasta ahora Bruselas se niega.
El cambio refleja el movimiento en la proporción de operaciones denominadas en euros, valorizadas en 6,500 millones de euros por día, que dejaron de negociarse en Londres el 4 de enero para cotizar en plataformas de la UE.
Las operaciones de bonos de gobiernos denominados en euros abandonaron Londres para cotizarse en el bloque luego de que Reino Unido votó el 2016 en favor de dejar la UE.
En general, Estados Unidos ha sido el gran ganador (tras el Brexit), aunque la UE ha ganado también algunos negocios en el terreno de swaps denominados en euros,
dijo Eric Litvack, director del grupo de estudios públicos del banco francés SocGen