El flujo de capitales financieros hacia mercados emergentes se habría incrementado en 32,100 millones de dólares en junio, un alza considerable desde los 3,500 millones que regresaron en mayo, de acuerdo con cifras del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF, por sus siglas en inglés).
En un reporte, Jonathan Fortun, economista del IIF, indica que el sentimiento negativo hacia los emergentes alcanzó su máximo en marzo, preparando el escenario para un período de estabilización y más discusiones bidireccionales sobre riesgos y oportunidades en estos mercados.
Consideramos que este cambio en el sentimiento es saludable, lo que refleja valoraciones profundamente descontadas en muchos lugares, lo que significa que los resultados económicos adversos y el crecimiento débil tienen un alto precio
escribió Jonathan Fortun.
Comentó que comienzan a ver que algunas de las partes más golpeadas de los mercados de capitales se ponen al día y hay un gran enfoque en cuán sostenida será esta tendencia y cuán ampliamente se siente en los emergentes.
El reporte señala que los flujos hacia el mercado de deuda continuaron recuperándose y alcanzaron 23,500 millones de dólares. Mientras que en el merado de renta variable se revirtió la tendencia negativa de mayo
Las entradas a las acciones de emergentes sumaron 3,400 millones, mientras que las entradas a China ascendieron a 6,100 millones. A nivel regional, Asia fue la más beneficiada, al registrar entradas de 17,100 millones de dólares, seguido por América Latina con 7,300 millones.
Del 21 de enero a mediados de abril, los mercados emergentes vieron una salida de capitales de 100,000 millones de dólares, como resultado de la turbulencia financiera generada por la pandemia del COVID-19.
La amplitud de las salidas, en términos de la cantidad de los afectados, fue la mayor desde la crisis financiera mundial de 2008-2009, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI).