La gran mayoría de las acciones mexicanas que están disponibles en bolsa no son del interés de los inversionistas, una situación que le quita atractivo al mercado local.
En México hay 133 empresas nacionales listadas en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y la Bolsa Institucional de Valores (BMV), de las cuales solo 39 o 29.3% del total son consideradas de alta bursatilidad.
El resto son emisoras de mediana, baja o mínima bursatilidad, es decir, que tienen poca liquidez al no haber tanta demanda de los participantes del mercado por sus títulos.
Además, a la fecha 16 empresas están suspendidas, por lo que sus acciones no se pueden comprar ni vender, y se reduce aún más la gama de opciones que tienen los inversionistas.
También lee: Upas, de Grupo México, lanza OPA por Planigrupo
Pilares del mercado
Las empresas que sostienen al mercado accionario forman parte del Índice de Precios y Cotizaciones (IPC) de la BMV. Entre estos nombres destacan América Móvil, Grupo Financiero Banorte y Walmart de México.
Para tener una idea, tan solo 10 compañías del IPC tienen un peso conjunto de más de 71% de todo el mercado bursátil.
La capitalización del mercado mexicano supera los 10 billones de pesos. De este monto, poco más de 6 billones de pesos los aportan empresas del IPC, equivalente a más de 60% del total.
Acciones menos atractivas
Las acciones de baja bursatilidad son menos atractivas porque suelen presentar pocas variaciones en su cotización. Hay emisoras que no se mueven por días e incluso años, como es el caso de Acosta Verde.
Comprar una acción de baja bursatilidad representa un plazo más amplio para obtener un rendimiento, ya que no tiene tanto movimiento en su precio, por el hecho que no existe un alto volumen de compra-venta
dijo Guillermo Guzmán, CEO de Trading Advisor.
Por otro lado, están expuestas a una volatilidad más alta. Cuando hay movimientos estos suelen ser bruscos y el inversionista obtiene un beneficio si es al alza, pero corre riesgo si es a la baja.
Otro problema es que el tiempo de ejecución al vender una acción de este tipo se puede alargar, dada la escasez de compradores en el mercado. Su adquisición dependerá de la tolerancia al riesgo de cada persona y su horizonte de inversión.
Guzmán enfatizó que la baja bursatilidad es una de las razones por las que en los últimos años más empresas han optado por deslistar sus acciones, ya que no encuentran oportunidades en bolsa.
Te puede interesar: Valor de empresas en vías de salida de la BMV es de más de 342,000 mdp
Bursatilidad se refleja en las operaciones
La poca liquidez del mercado accionario local ha causado estragos en las operaciones de la bolsa. Los montos registrados han tenido una disminución en años recientes.
Para ilustrar, el promedio diario en valor operado en la BMV era de 11,585 millones de pesos en 2013, mientras que al cierre de 2022 quedó en 8,913 millones de pesos, una caída de 23%.
En cuanto al volumen, este pasó de 377,631 acciones operadas a diario a 230,237 en el mismo lapso, lo que se traduce en una reducción de 39%, según datos de los reportes del centro bursátil.
Los shocks en los últimos años han mermado las ganancias de los inversionistas, provocando una migración de compra de acciones locales a internacionales y profundizando aún más las acciones de baja bursatilidad
concluyó el analista consultado.