El nombramiento de Demna Gvasalia como nuevo director artístico de Gucci no sentó bien entre los inversionistas de Kering, ya que sus acciones se desplomaron a doble dígito en la Bolsa de París.
Gvasalia se incorpora a la marca en una transacción interna, ya que previamente se encontraba en Balenciaga y llega para reemplazar a Sabato De Sarno, cuya salida se dio a conocer el mes pasado.
Las acciones de la firma francesa llegaron a alcanzar una caída de 12.4%, lo que significó su mayor retroceso desde octubre de 2008. Sin embargo, el descenso se moderó al cierre a 10.71%, con un precio de 223.55 euros, de acuerdo con datos de Investing.com.
La contribución de Demna a la industria, a Balenciaga y al éxito del Grupo ha sido enorme. Su poder creativo es justo lo que Gucci necesita
indicó el presidente y director ejecutivo de Kering, François-Henri Pinault, en un comunicado.
A partir de julio, Demna, quien será el primer director artístico de la marca no italiano desde Tom Ford y quien llevaba casi una década en Balenciaga, asumirá su nuevo cargo. En 2022 generó polémica al lanzar una campaña que mostraba a niños con productos estilo bondage.
La importancia de Gucci para Kering
El nuevo nombramiento supone el último intento de Kering por dar un impulso a Gucci, la marca principal que representa alrededor de la mitad de los ingresos del grupo, pero se ha visto afectada por la menor demanda del mercado chino.
Durante el cuarto trimestre del año pasado, las ventas de la marca cayeron 24% en su comparativa anual a 1,920 millones de euros. Mientras que el ingreso del conglomerado descendió 12%.
Mucho se ha especulado sobre que Kering podría apostar por un nombramiento externo para revivir la fortuna de Gucci luego de que su estilo maximalista ha pasado de moda en un cambio hacia el “lujo silencioso”.
Con información de CNBC
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