Las inversiones verdes y sustentables que se dirijan a proyectos que aporten al cuidado del medio ambiente, al desarrollo social y al mejoramiento de gobiernos corporativos tendrán mas espacio en el sistema financiero mexicano.
Esto se deberá en gran medida por la primera colocación del bono soberano sustentable que realizó el gobierno federal por un monto de 750 millones de euros el pasado 14 de septiembre y el cual está vinculado a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
La colocación por parte del gobierno federal es muy importante porque tenemos por fin una señal clara que permite seguir abriendo esta brecha en el mercado local sobre este tipo de inversiones,
dijo en entrevista el director ejecutivo senior de Deuda Subnacional e Infraestructura en HR Ratings, Roberto Ballinez.
El mercado de deuda local registra un total de 21 colocaciones de bonos verdes, sustentables y sociales que suman un total de 49,018 millones de pesos a junio del 2020, de acuerdo con datos de HR Ratings, que está certificada como calificadora de bonos verdes por parte de Climate Bonds Initiative (CBI).
En Latinoamérica solo Chile había emitido un bono soberano, pero no cumplía con todos los requisitos para ser sustentable, con lo que México es el primer país en emitir un bono soberano sustentable.
“Ojalá se hubiera hecho en el mercado local, pero aún así es una buena señal”, expresó el ejecutivo de HR Ratings.
Las colocaciones de bonos verdes, sustentables y sociales provienen principalmente de la banca de desarrollo, de corporativos como Rotoplas, Vinte, BBVA y del gobierno de la Ciudad de México. Algunas hicieron más de una colocación en un solo día.
Permitirá financiamiento más barato: Yorio
La colocación del bono soberano sustentable permite que los corporativos emitan también bonos de ese tipo y les salgan más barato, pues el cupón que se obtuvo fue el más bajo en toda la historia de los bonos en euros emitidos por el gobierno federal (1.350%), indicó el subsecretario de Hacienda y Crédito Público, Gabriel Yorio.
“Con esto se abre la puerta al financiamiento de más proyectos sustentables, de hecho, en los siguientes días, uno de los bancos de desarrollo sacará un bono relacionado con política social, enfocado especialmente a las mujeres”, adelantó a EL CEO.
Lo que se busca es crear oferta de instrumentos temáticos que tengan enfoque de política social y que los inversionistas como las afores empiecen a tener cajones específicos de temas Ambientales, Sociales y Gobierno corporativo (ASG en español; ESG por su sigla en inglés), expuso el funcionario.
La intención es empezar a generar una agenda de lo que llamamos el enverdecimiento del sector financiero,
dijo el subsecretario de Hacienda
México es el primer país en emitir un #bono soberano #sustentable vinculado a los objetivos de desarrollo de la #ONU. Así, nuestro país inicia su programa de financiamiento sustentable, colocándose a la vanguardia en este tipo de instrumentos financieros.
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— Gabriel Yorio (@GabrielYorio) September 14, 2020
Afores más cercanas a inversiones verdes
En el mercado financiero mexicano no existe una regulación sobre financiamiento verde o responsable, indicó la coordinadora del Consejo Consultivo de Finanzas Verdes, Cecilia Latapi.
“Solo la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar) emitió una circular única en la que solicita a los afores incluir criterios de ASG en su toma de decisiones de inversión y modelos de riesgos, es lo único que hay para el financiamiento verde”, dijo.
Afores serán más verdes (y competitivas) con nuevas reglas de inversión
Esta medida permitirá que se detone el mercado local, al final del día las afores han hecho crecer el mercado interno, y si dentro de las políticas de inversión las obligan a considerar los ASG es el primer paso para que México pueda tener un mercado más grande y profundo, consideró el vicepresidente y senior de portafolio manager de Franklin Templeton, Luis Gonzalí.
“Son criterios buenos y en términos de tasas y de riesgo no se va a perder nada, un papel ASG mantendrá la competitividad y ayudaría a que el mercado ASG empiece a crecer en el país porque todavía es muy pequeño”, comentó Gonzalí.
Latapi comentó que el Consejo Consultivo está trabajando con el Comité de Finanzas Sostenibles del Banco de México y la Secretaría de Hacienda para crear una taxonomía local sobre los proyectos que se quieran financiar a través de bonos verdes o sustentables.
El bono soberano sustentable es una gran señal de mercado ya que permitirá que los corporativos privados puedan financiar proyectos alineados a pobreza cero, equidad de género, acciones de clima o de desigualdad,
comentó Latapi.
¿Qué es un bono verde, social y sustentable?
Los bonos verdes se caracterizan porque los recursos se destinan específicamente a proyectos que tengan un impacto positivo en el media ambiente, ya sea través de reducir las emisiones de efecto invernadero o que eviten el aumento de la temperatura en el planeta.
Nacional Financiera realizó la primera colocación de un bono verde en 2016 por un monto de 2,000 millones de pesos. Dicho bono se enfocó en el financiamiento de dos plantas minihidroeléctricas y un parque eólico.
Los bonos sociales se enfocan en proyectos que permitan apoyar a las poblaciones más desfavorecidas para que tengan accesos a la educación, a servicios de salud o de agua potable y también atiende temas de desigualdad y equidad de género.
Nacional Financiera también emitió el primer bono social por 4,000 millones de pesos en 2017. Se enfocó en la generación de empleo mediante microfinanzas y el financiamiento dirigido a micro, pequeñas y medianas empresas; también al mejoramiento para el acceso a servicios de educación para poblaciones de bajos ingresos.
Los bonos sustentables es una mezcla de bonos verdes y sociales. Es decir, los recursos se usan para proyectos que tengan un impacto ambiental y al mismo tiempo se tenga un beneficio social.
La empresa Rotoplas emitió dos bono sustentable por un total de 2,000 millones de pesos en 2017. Este bono se dirigió a proporcionar infraestructura básica y viable para el agua limpia y saneamiento en poblaciones vulnerables, así como de saneamiento y tratamiento, almacenamiento y reciclaje de agua.