Los recientes datos de inversión fija bruta, consumo y generación de empleo formal en el país permiten al sector privado percibir signos de una recuperación económica; sin embargo, aún no son suficiente para alcanzar los niveles previos a la pandemia.
De acuerdo con un análisis del Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), la inversión fija bruta, que es uno de los indicadores más relevantes para considerar un proceso de recuperación, pasó de 2.3% a 2.9% en marzo, su mejor dato para un mismo mes desde 1993.
Es un avance favorable que generó una mejor expectativa (…) no obstante, el nivel de la inversión aún está lejos de recuperar realmente lo perdido, al menos en esta administración
de acuerdo con el CEESP.
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El avance de la inversión fija bruta se dio principalmente al repunte que se presentó en el rubro de construcción en marzo de 5.2%; mientras que la inversión en maquinaria y equipo reportó una contracción de 1.3% en dicho mes.
Consumo se recupera ante alza en salarios
Respecto al indicador de consumo privado, el principal motor de la economía mexicana, el CEESP destacó el crecimiento de 0.7% en marzo, hecho que ayuda a acumular cifras positivas en nueve meses ininterrumpidos.
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El consumo que realizaron los hogares mexicanos se debió principalmente a la recuperación de la movilidad y también se puede relacionar al incremento del salario mínimo en estos años, indicó el CEESP.
Es posible que el consumo se haya visto alentado por el impacto de los programas sociales de transferencias en efectivo del gobierno, y particularmente con el anticipo del pago de pensiones de adultos mayores en el primer trimestre, entre otras medidas, así como por las remesas familiares que han entrado al país.
Empleos permanentes son insuficientes
Si bien al cierre de mayo, se registraron 21.08 millones de trabajadores afiliados al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), se reportó una pérdida de 2,855 empleos, lo que significó la primera pérdida mensual en lo que va de este año.
Si bien es cierto que esta situación se debe en parte a la dinámica del empleo en el campo que entre mayo y julio de cada año registra un periodo de descenso asociado con los ciclos agrícolas, el hecho es que la creación de empleos permanentes no fue suficiente para compensar dicha pérdida, como ocurre regularmente.
Dentro de su análisis, el CEESP también menciona el impacto de la inflación la cual sigue rebasando el rango objetivo de Banco de México de 3% +/- un punto porcentual, pues al cierre de mayo se ubicó arriba del 7%.
Con dicho panorama, el sector privado menciona que si bien se tienen varios elementos que permiten una visión más optimista de la reactivación económica, se tiene que mantener cierta cautela y “evitar interpretaciones apresuradas que generen expectativas equivocadas”.
Se puede decir que, aun considerando dichos elementos de optimismo, la economía se encuentra lejos de una recuperación hacia sus tendencias previas a las de 2018
concluyó el CEESP.