Intel ampliará su capacidad de fabricación de chips avanzados, dijo Pat Gelsinger, nuevo CEO de la empresa, quien anunció planes para invertir hasta 20,000 millones de dólares para construir dos fábricas en Arizona y abrir instalaciones a clientes externos.

Las acciones de Intel escalan 6.16% en las operaciones tras el cierre de este martes, a 67.38 dólares, de acuerdo con datos de Investing.com, después de que la empresa reveló su nueva estrategia y su guía financiera para todo el 2021.

Los títulos de la empresa cerraron la jornada con una caída de 3.28%, a 63.48 dólares, con lo que marcaron su peor sesión desde el 25 de febrero.

Algunos inversionistas como Third Point habían instado a Intel a considerar la posibilidad de escindir sus costosas operaciones de fabricación de chips.

La medida anunciada este martes por Gelsinger, quien llegó a la empresa en enero de este año, busca restaurar la reputación de Intel después de que los retrasos en la fabricación hicieron que las acciones acumularan una caída de 16.7% el año pasado. 

La estrategia desafía directamente a las otras dos empresas del mundo que pueden fabricar los chips más avanzados, Semiconductor Manufacturing de Taiwán y Samsung Electronics de Corea.

Además, busca inclinar el equilibrio tecnológico de poder hacia Estados Unidos y Europa, cuando a líderes de ambos continentes les preocupan los riesgos de una concentración de la fabricación de chips en Taiwán dadas las tensiones con China.

Intel dijo que espera 72,000 millones de dólares en ingresos y ganancias ajustadas por acción de 4.55 dólares, en comparación con las estimaciones de los analistas de 72,900 millones de dólares y 4.77 dólares por acción, según datos de Refinitiv. 

Intel es una de las pocas empresas de semiconductores que quedan que diseña y fabrica sus propios chips. Los diseñadores de chips rivales como Qualcomm y Apple apuestan por los fabricantes por contrato.

En una entrevista con Reuters, Gelsinger dijo que Intel resolvió sus problemas con su tecnología de fabricación más reciente y que todos los sistemas funcionan en los chips para 2023. Ahora planea una expansión masiva de fabricación.

El plan incluye 20,000 millones de dólares para dos nuevas fábricas en un campus existente en Chandler, Arizona, y luego en otros lugares de Estados Unidos y Europa, dijo Gelsinger.

Intel utilizará esas instalaciones para fabricar sus propios chips, pero también las abrirá a clientes externos en lo que se denomina un modelo comercial de “fundición” en la industria de los chips.

Con información de Reuters